Monkey Jones, cuyo nombre real es Henry Leighton-Jones, empezó su andanza científica trabajando como farmacéutico en Sydney, Australia. Sin embargo, fue en los años 20 del siglo pasado que comenzó a sentirse atraído por el trabajo de Serge Voronoff, un cirujano que creía que el envejecimiento podría deberse a una desaceleración de la secreción de hormonas.