PUBLICIDAD
Monkey Jones: El científico que trasplantó testículos de mono a humanos para que mantengan su juventud
Tanto Jones como su mentor, pensaban que el injerto de glándulas como los testículos de mono podía prevenir el envejecimiento en humanos.
Imagen
Fecha Actualización
Monkey Jones, un extravagante científico que pensó que el elixir de la juventud se podría conseguir al injertar testículos de mono a humanos. El procedimiento, no era eficaz para lo que buscaba, sin embargo, algunos expertos piensan que este investigador sí dio algunas claves interesantes a la ciencia.
El mentor de Monkey Jones:
Monkey Jones, cuyo nombre real es Henry Leighton-Jones, empezó su andanza científica trabajando como farmacéutico en Sydney, Australia. Sin embargo, fue en los años 20 del siglo pasado que comenzó a sentirse atraído por el trabajo de Serge Voronoff, un cirujano que creía que el envejecimiento podría deberse a una desaceleración de la secreción de hormonas.
Así es como Voronoff, pensó que transferir a los humanos el tejido de las glándulas que se encargan de secretar esas hormonas podría ser un buen tratamiento. Es ahí donde empezó a experimentar sobre sí mismo, inyectándose bajo la piel extractos de testículos de perro y cobaya. Los testículos son glándulas que secretan testosterona, por eso pensó que podría ser útil.
Sin embargo, al no lograr resultados, lo llevó a pensar que podría ser mejor transferir la glándula al completo. Así, comenzó a realizar intervenciones quirúrgicas en las que trasplantaba testículos de criminales ejecutados a millonarios.
Imagen
Se hizo de una gran fama, que llegó en un momento al que no había suficiente delincuencia para abastecerle de órganos, por lo que se pasó a los testículos de mono. Fue este el procedimiento que captó la atención de Leighton-Jones.
Monkey Jones aprendió francés solo para poder leer los libros de Voronoff, quien desarrolló toda su labor científica en Francia, a pesar de tener orígenes rusos. En 1929 decidió ponerse en sus manos y someterse a un injerto de tejidos de testículos de mono para prevenir el envejecimiento. A fue que, tras ese primer encuentro fue contratado como ayudante por el científico, por lo que pudo aprender de primera mano cómo se llevaban a cabo las intervenciones.
Testículos de mono para prevenir el envejecimiento:
Voronoff no solo trabajaba en el trasplante de testículos de mono, también realizaba injertos y trasplantes de otras glándulas, por lo que recurría a otros animales, como las vacas, las cabras y las ovejas.
Poco a poco fue haciéndose de pacientes interesados en esa nueva técnica para prevenir el envejecimiento. Al parecer, la fuente de la eterna juventud se encontraba en los testículos de mono y muchas personas que querían experimentarlo.
Imagen
Tras acudir a consulta, Jones les prescribía dos semanas de buena alimentación, ejercicio físico y abstención del alcohol. Luego de ello, se realizaba la intervención.
En total, realizó unos 30 injertos de testículos de mono entre 1931 y 1941. Los pacientes que querían prevenir el envejecimiento tenían edades variadas, desde los 24 hasta los 72 años. Y no se restringió solo a hombres, pues también realizó seis injertos ováricos, uno de ellos procedente de los tejidos de una mona embarazada.
VIDEO RECOMENDADO:
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD