PUBLICIDAD
Los murciélagos no son los culpables del coronavirus, siempre fueron los humanos
Imagen
Fecha Actualización
La pandemia de coronavirus (COVID-19) ya tiene cerca de 300 mil casos de contagio en 172 países, y ha matado a más de 12,700 personas. Una situación cuyo epicentro fue la ciudad China de Wuhan, en donde se culpó a una serie de animales, principalmente los murciélagos.
Al igual que otras pandemias pasadas, mal llamadas como gripe porcina o gripe aviar, para el coronavirus, se empezó a buscar culpables animales que explicaran el origen de su mutación, sacando de la ecuación al actor con mayor responsabilidad de todos, el ser humano.
Esto es lo que consideran Andrew Cunningham, profesor de epidemiología de la vida silvestre en la Sociedad Zoológica de Londres y Kate Jones, Presidenta de Ecología y Biodiversidad en el University College de Londres, quienes fueron citados por CNN para dar luz al tema de la transferencia de enfermedades de animales a humanos.
Resulta que, al igual que otros virus pandémicos de la historia, se cree que el coronavirus fue la mutación de un virus animal que se ‘transfirió’ a los humanos en una situación determinada pero aun desconocida. A esta transferencia se le denomina desbordamiento zoonótico.
Imagen
DESBORDAMIENTO ZOONÓTICO
"Las causas subyacentes de la propagación zoonótica de los murciélagos o de otras especies silvestres casi siempre han demostrado ser el comportamiento humano. Las actividades humanas están causando esto”, dijo Cunningham.
Cuando un murciélago está estresado, al ser cazado o su hábitat dañado por la deforestación, su sistema inmunológico se ve desafiado y le resulta más difícil hacer frente a los patógenos que de otro modo tomaría con calma.
“Creemos que el impacto del estrés en los murciélagos sería muy similar al de las personas. Permitiría que las infecciones aumenten y se excreten, que se eliminen. Se puede pensar que si las personas están estresadas y tienen el virus del herpes labial, contraerán un herpes labial. Ese es el virus que se ‘expresa’. Esto también puede suceder en los murciélagos", agrega el especialista.
Imagen
En el probable epicentro del virus, los llamados mercados húmedos de Wuhan, en China, donde los animales salvajes se mantienen cautivos y se venden como manjares o mascotas, puede producirse una mezcla aterradora de virus y especies.
“Si se envían o se mantienen en los mercados, cerca de otros animales o humanos, entonces existe la posibilidad de que esos virus se eliminen en grandes cantidades". Los otros animales en un mercado como ese también son más vulnerables a la infección ya que también están estresados, convirtiéndose en un caldo de cultivo propicio para el inicio de nueva cepa de virus.
DESTRUYENDO HÁBITATS
Por su parte, Kate Jones considera que el transporte de animales para medicinas, mascotas y alimentos se da a una escala nunca antes vista, y las consecuencias de esto es la destrucción de hábitats en los que estos animales tienen más posibilidades de controlar sus propias enfermedades sin propagarlas.
“También estamos destruyendo sus hábitats en paisajes que están más dominados por los humanos. Los animales se están mezclando de formas extrañas que nunca antes habían sucedido. Entonces, en un mercado húmedo, van a tener una carga de animales en jaulas uno encima del otro”, refiere Jones.
Imagen
Cunningham y Jones señalaron un factor que significa que casos raros de propagación zoonótica pueden convertirse en problemas globales en semanas. “Los efectos secundarios de los animales salvajes habrán ocurrido históricamente, pero la persona que hubiera sido infectada probablemente habría muerto o se habría recuperado antes de entrar en contacto con un gran número de personas en un pueblo o en una ciudad”, refiere Cunningham.
De todo esto, los científicos sacan dos lecciones importantes que la humanidad debería aprender:
- Primero, que los murciélagos no tienen la culpa y en realidad podrían proporcionar una solución, ya que sus estudios han demostrado cómo estos animales lidian (en estado natural) con estos patógenos. sus sistemas inmunes son poco conocidos y pueden proporcionar pistas importantes.
“Es fácil señalar con el dedo a la especie huésped. Pero en realidad es la forma en que interactuamos con ellos lo que ha llevado a la propagación pandémica del patógeno”, refiere el profesor.
- Segundo, es que el daño al planeta también puede dañar a las personas más rápida y severamente.
“No está bien transformar un bosque en agricultura sin comprender el impacto que tiene sobre el clima, el almacenamiento de carbono, la aparición de enfermedades y el riesgo de inundación”, aclara la profesora.
Imagen
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD