La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, avisó a las mayores empresas tecnológicas del país que, debido al gran poder que cargan en sus manos; tienen la obligación moral de proteger a los ciudadanos de los peligros que pueda cargar consigo las futuras inteligencias artificiales.
Harris dio más detalles en un comunicado. “Como he compartido hoy con los directores ejecutivos de las empresas de vanguardia en la innovación estadounidense en IA, el sector privado tiene la responsabilidad ética, moral y legal de garantizar la seguridad de sus productos.”
Harris habló de esto con los directores generales de Alphabet, Anthropic, Microsoft y OpenAI. El gobierno preferiría que las empresas lleguen a cooperar con ello a la vez que reducen los potenciales peligros que presenten sus productos.
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Hace poco, el gobierno habría acabado de anunciar que se invertiría cerca de 140 millones de dólares para la creación de nuevos institutos dedicados completamente a la investigación de la inteligencia artificial.
También se espera que, en pocos meses, la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca llegue a emitir una guía sobre cómo las agencias federales pueden llegar a usar las inteligencias artificiales para su mayor beneficio.
Biden recientemente había conversado acerca de la inteligencia artificial, observándolo como una espada de doble filo. Aunque bien pudiera ayudar en los casos de mejorar la ciencia y la medicina para tratar enfermedades y el cambio climático, podría llegar a dañar la seguridad nacional y desestabilizar la economía a grandes rasgos.
Debido a que las IA pueden imitar el habla humana, muchos han declarado que el gobierno intente controlar las nuevas tecnología; puesto que las nuevas decisiones conllevan varias preocupaciones éticas y sociales.