La tecnología ha ido en un constante avance y la pandemia ha hecho que la evolución de ciertos sectores sea algo más rápido que otros. Un ejemplo claro son las transacciones por internet, que favorece el e-commerce dentro de lo que significó la pandemia.
Esto inició una guerra total contra los gérmenes y los virus que están en el ambiente, y una rápida cisita a las tiendas 7-Eleven de Japón nos hace dar cuenta que el futuro ya es algo que estamos viviendo.
Las pantallas holográficas llegaron a estas tiendas japonesas para poder pagar sin tocar una pantalla que es tocada por mucha otras personas. Un avance de locura.
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Es claro que las pantallas táctiles son funcionale y rápidas, pero dentro de un contexto de pandemia son un punto de riesgo para la salud de las personas que tocan estas para realizar sus pagos.
Las pantallas holográficas en este punto son algo ya necesarios, pues no tocas nada en el sentido físico, solo aire con una proyección de luz. Estas funcionan de la misma forma que una pantalla táctil.
La empresa Toshiba es la encargada de desarrollar esta tecnología holográfica para estas tiendas japonesas, utilizando un sistema llamado Digi POS, con lo cual genera una proyección de una pantalla táctil para el comprador.
Uno de los grandes beneficios es que ofrece total privacidad, y es que las personas detrás del comprador no podrán ver absolutamente nada. De momento esta tecnología solo permite métodos virtuales de pago y está restringido para ciertos tipos de producto.
Sin embargo, ya es sabido que estas tecnologías empiezan de a pocos, como ocurrió con los sistemas táctiles en los teléfonos celulares a inicios de los años 2008, cuando era un apoyo a los teclados convencionales.
Quizá dentro de poco la tecnología ea más utilizada por las corporaciones, volviéndose tan fundamental y común a la vez como lo fueron en su momento las pantallas táctiles. El futuro es hoy.