Terminada la gran batalla en defensa de 'Winterfell' y de todos los vivos de 'Westeros' en contra del temido 'Rey de la noche' y sus muertos vivientes. En este cuarto episodio de 'Game of Thrones' le tocó a los sobrevivientes llorar a sus caídos.
Entre los nombres que ya no serían nombrados destaca uno en particular. El de un joven guerrero que buscó un rumbo para su vida durante todas las temporadas y terminó encontrándolo con sus últimos alientos: El heredero de las 'Islas de Hierro y a su vez un verdadero lobo adoptado: 'Theon Greyjoy'.
El valiente 'Greyjoy' se mantuvo en pie hasta el final y cumplió su juramento al proteger con todo a 'Brandon Stark', hasta morir atravesado por una lanza. Ahora, 'Sansa', uno de los pocos personajes que fue capaz de notar la evolución de 'Theon' de primera mano, se lamenta entre lagrimas al ver su cuerpo inerte.
Entre sollozos, la 'Señora del Norte' pareciera que rememorara todos los acontecimientos que tanto ella como él tuvieron que vivir para llegar a donde estaban y en uno de los más grandes gestos de honor, coloca el símbolo de los 'Stark' en el pecho de 'Theon', la casa a la que siempre perteneció y de la que quizá nunca partió. Todo está perdonado 'Theon Greyjoy', siempre fuiste un 'Stark'.