Mañana se presentará el nuevo iPhone 8. Pero la revelación más grande, y por la que los fans de la tecnología esperan desde hace años es el espacio en el que se mostrará el móvil: El Apple Park.
Este es la nueva sede de la compañía y uno de los últimos proyectos que firmó el propio Steve Jobs antes de morir. Ha tardado seis años en construirse, ocupa 2,8 millones de metros cuadrados y ha supuesto una inversión de más de 5.000 millones de dólares.
El fundador de Apple había previsto su inauguración para el año 2015, sin embargo, todas las exigencias de la nueva fortaleza tecnológica retrasaron el estreno por dos años. Ahora todo parece estar listo.
Y es que si bien el pasado abril comenzó la mudanza de los primeros empleados de la compañía a Apple Park, fue recién el mes pasado que la prensa fue formalmente invitada al recinto ubicado en Cupertino, California. La cita es para el 12 de setiembre aunque diversos drones ya hayan paseado por el lugar como forma de calmar las ansias de los curiosos.
Jobs confió al reconocido arquitecto Norman Foster la creación de su espacio soñado. Cuando Jobs tuvo los primeros encuentros con Foster y sus creativos, dejó clara su forma de actuar y la impronta que pensaba dejar: “No piensen en mí como un cliente, sino como parte de su equipo”, recuerda Foster.
El auditorio que mañana abrirá sus puertas tiene como nombre 'Steve Jobs' y tiene un aforo para mil asistentes, cuenta con dos ascensores giratorios y una sala a la que se accede por el interior para la prueba de productos. Una manera discreta de poner las manos por primera vez en sus novedades.
El Apple Park dispone, además, de un centro para visitantes con una Apple Store y una cafetería abierta al público, un gimnasio de 9.290 metros cuadrados para los empleados. En las zonas verdes hay 3,2 kilómetros de caminos para pasear y correr, árboles frutales, praderas y un estanque en el centro del edificio principal.
A pesar de todo lo bueno, algunos colaboradores han expresado su disgusto por detalles que han pasado por alto a la hora de realizar la lujosa construcción. Por ejemplo, afirman que hay una distancia de más de un kilómetro y medio entre el parking y el puesto del empleado y no hay guarderías que faciliten la vida personal de los padres de familia.