J.J. Abrams consiguió lo que para muchos parecía imposible, terminar la, quizá, mejor y más popular historia de la ciencia ficción del cine. Y pese a los muchos problemas con los que tuvo que lidiar, gran parte de ellos heredados de la cinta anterior y que se vieron reflejados en esta, Abrams logró mostrar un 'Star Wars Episodio IX: El ascenso de Skywalker’ cumplidora con las expectativas de los fans más maduros.

No fue una tarea nada sencilla, y es lo que se sintió en la primera hora de película, en la que nos vemos envueltos en una serie de revelaciones y escenas que parecían apresuradas, como queriendo contar todo lo que no se pudo contar en la nefasta ‘Los últimos Jedi’ de Rian Johnson, pero con el tiempo limitado.

ALERTA DE SPOLIERS

REVELACIONES Y CABOS SUELTOS

Así nos enteramos de muchas cosas de manera bastante fugaz, como el origen del líder supremo ‘Snoke’, el poderoso personaje antagonista de las dos primeras películas de esta nueva trilogía, muerto de forma absurdamente abrupta.

Por fin vimos a los misteriosos caballeros de Ren, aunque no como muchos hubiéramos esperado, es decir, como grandes guerreros. Pues la mayor parte de la película solo parecían posar para la cámara y mostrar lo eficientes que eran en el espionaje.

Pero una de las revelaciones más grandes de todas y que ya se había mencionado en avances previos, sin lugar a dudas fue la del emperador Palpatine. Por alguna razón que la película no se molesta en explicar, el decrépito ‘Darth Sidious’ sobrevivió a su caída previa a la destrucción de la segunda ‘Estrella de la Muerte’, y se habría mantenido en las sombras, mientras preparaba su resurgimiento.

La siguiente gran revelación es una que ya se ha vuelto un clásico en esta saga, el origen de 'Rei’. Por fin sabemos que la chatarrera de ‘Jakku’, presuntamente abandonada por sus padres, pertenecía a un linaje de sensibles a la Fuerza que muchos jamás se hubieran imaginado.

SOLO UN FAN PODÍA HACERLO

La elección de Abrams, un conocido fan de esta saga y que ya había dirigido ‘El despertar de la Fuerza’, fue un acierto por parte de los directivos. Pues parece que solamente un verdadero fan podía darle algo de sentido al desorden generado por ‘Los últimos Jedi’. No es una gran película, pues en su mayoría se trato de un ‘fan service’, pero que resulta muy satisfactoria como un final para una saga de 42 años de edad.

Cuando nací, la primera película de Star Wars, ‘Una nueva esperanza’, ya tenía más de una década de estrenada y la última de esa primera trilogía, ‘El retorno del Jedi’, cumplía su quinto año desde su estreno. Por lo que el enorme movimiento de fans en todo el mundo ya era una realidad y la opera espacial de George Lucas se había convertido en un verdadero fenómeno de masas, que siguió creciendo hasta nuestros días con los estrenos de las películas posteriores. Por lo que terminar esta saga de espaldas a sus fervientes seguidores, habría sido la peor de las afrentas.

CORRECCIÓN DEL CURSO

‘El ascenso de Skywalker’ se siente como una corrección al rumbo que parecía llevar esta nueva trilogía, con escenas emocionantes e indelebles que en algunos casos hasta hacen soltar alguna lagrimita, explotando el vínculo que toda la saga ha cultivado con sus fervientes seguidores.

Las apariciones de Billy Dee Williams nuevamente como ‘Lando Calrissian’ e Ian McDiarmid como el ‘Emperador Palpatine’, son de las mejores. Y el épico combate final, con su cuota de sacrificio y emoción, era lo que se esperaba.

Además, la película se centra de manera inteligente en sus nuevos protagonistas: Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega), Poe Dameron (Oscar Isaac) y Kylo Ren (Adam Driver), encontrando una interacción bastante sólida entre ellos.

Una lástima lo poco que se pudo hacer por construir la actuación de la fallecida Carrie Fisher con las imágenes no utilizadas que estaban disponibles. Fue bastante grato encontrar a una princesa y general rebelde convertida en lo que muchos habíamos soñado: una maestra Jedi. Sin embargo y pese al logro técnico, las posibilidades de su gran personaje daban para muchísimo más.

A todo esto se suma el mayor protagonismo de C-3PO, uno de los droides más queridos de la saga, y que no robaba tanta cámara desde que narró las aventuras de los rebeldes a los ewoks en la luna de Endor.

REDENCIÓN

Por algún designio propio de la Fuerza, no pude ver esta última película de Star Wars en el estreno mundial de medianoche, pero ya que la he visto y como un fiel seguidor de esta historia, solo puedo decir que me gustó.

Pese a lo sucedido con la película anterior, esta supo arreglar muchas cosas. Y aunque esperaba más de algunos personajes, o quizá revelaciones mejor elaboradas, no podía terminar mejor: con redención.

Desde 'Darth Vader’ hasta 'Kylo Ren’, uno de los muchos mensajes que tiene está genial saga galáctica es que uno siempre se puede redimir, siempre se puede cambiar para mejor, siempre se puede hacer lo correcto.

Que la Fuerza los acompañe.