Ronaldinho aplaude el gol de Julián Álvarez. Foto: Captura
Ronaldinho aplaude el gol de Julián Álvarez. Foto: Captura

A se le recuerda siempre por su magia con el balón y la alegría que le daba al . Era muy difícil verlo sin una sonrisa en el rostro mientras estaba en el campo de juego, por más complicada que haya sido la situación de su club o selección, la sonrisa del fútbol le decían y hoy fue uno de los grandes asistentes en el Lusail, en donde volvió a meterse en una final del mundo.

Si bien anotar un gol para que tu selección se metaentre los dos mejores equipos del mundo, que el propio Ronaldinho te lo aplauda es ya harina de otro costal, un orgullo que no cualquier mortal puede conseguir así como así.ar el gol de la tranquilidad.a

Si bien anotar un gol para que tu selección se meta entre los dos mejores equipos del mundo, que el propio Ronaldinho te lo aplauda es ya harina de otro costal, un orgullo que no cualquier mortal puede conseguir de manera sencilla.

Esto no le bastó a Álvarez, que tras una espectacular jugada de Lionel Messi, gran amigo de ‘Dinho’ y su mentor, anotó el tercero, decretando la goleada y desatando la euforia en Sudamérica, que ve como, de la mano de Argentina y Messi, la copa podría volver a nuestro lado del continente luego de largos 20 años.

Precisamente, la Brasil de Ronaldinho fue la última selección sudamericana en campeonar, en Corea-Japón del lejano 2002. ¿Lionel Messi la volverá a traer?

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Pedro Yaranga