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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

El índice de 'malestar económico' en el barómetro mundial que hoy publicamos muestra países como Irlanda o Francia con niveles del 70% de trabajadores atemorizados.

Claramente es el fin de una era para muchos europeos que durante décadas disfrutaron de creciente bienestar, pero por imposición legal y no por aumento de productividad.

Por otro lado, esta encuesta internacional coincide con el inicio de la reforma laboral en España, donde han tenido que aceptar la realidad y han flexibilizado el mercado de trabajo. Finalmente, están enfrentando la causa del problema, y eso les dará esperanza a los más jóvenes de que, al cabo de un período no muy largo, podrán encontrar empleo adecuado.

En nuestro caso ocurre exactamente lo contrario; los trabajadores peruanos están entre los más optimistas o calmados, solo uno de cada diez está preocupado. Evidentemente, la gran mayoría ve un horizonte de crecimiento y eso los tiene esperanzados, entusiasmados. Es el momento preciso para quitar los frenos innecesarios y fomentar fuertemente la generación de trabajo que es la única manera de reducir la pobreza; los programas asistenciales nunca dejan de ser paliativos de corto plazo.

Sin embargo, lo que tenemos sobre el tapete es un informe de un grupo de 'expertos' recomendando repetir todos los errores que han cometido los europeos y que estos recién están corrigiendo. Desde aumentar los privilegios de la cúpula sindical hasta incrementar significativamente el costo de contratar a un trabajador formal.

Así que mientras en Europa tratan de salir del cementerio de la rigidez laboral, nosotros iremos camino a él, a paso acelerado, si ese informe es aprobado, lo cual, sin duda, propiciara más informalidad y nos hará desperdiciar una brillante oportunidad.