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Redacción PERÚ21

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Guido Lombardi, Opina.21glombardi@peru21.com

Pero, más allá de las pequeñas intrigas palaciegas, de las que cada quien parece estar más enterado, hay varios temas de fondo que merecen una atención detenida. La primera consecuencia prevista por actores y analistas diversos es la "militarización" inevitable del régimen nacionalista. Y con Chile de por medio, nada menos. Es la razón esgrimida por Toledo para retirarle su apoyo al Gobierno, aunque el desacuerdo, como ha dicho con una cierta dosis de maldad y otra de verdad el amigo Carlos Bruce: "No se sabe si es por carteras o por billeteras". Pero adhieren a esa posición una gama mucho más amplia. Y la detención policial de Wilfredo Saavedra marca, efectivamente, una línea divisoria sobre la que hay que mantener la máxima atención. Pero resulta excesivo hablar de "militarización" porque un oficial retirado del Ejército sea ahora quien encabeza el Consejo de Ministros. Lo que la crisis del Gabinete Lerner revela, en primer lugar, es la vocación de gobernar en círculos íntimos, cerrados y confiables, que es el lugar donde se toman las decisiones, para luego transmitirlas a los ejecutores ("los técnicos", como ha definido Valdés a los integrantes de su gabinete). Y allí está lo grave del asunto. Porque esa intimidad de argolla le resta transparencia a la toma de decisiones, en un momento en que la situación con Chile será especialmente delicada, si tenemos en cuenta la vocación revanchista de algunos integrantes de la familia Humala.

Permítanme expresar mi indignación ante la discriminación que está sufriendo Diego Brañez, un joven golfista, por parte de la propia federación de ese deporte.