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Redacción PERÚ21

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Por: Pedro Salinas, El Ojo de MordorUNO.- "Quienes piensan que es un delincuente, son unos estúpidos. Antauro es un actor político", aseveró en el decano. Lo dijo don Isaac. El patriarca. El prelado del clan Humala. Sí, ya sé. Una cosa es lo que diga su anciano padre y otra, muy distinta, lo que pueda pensar y hacer su hijo. Lo tengo claro. No crean que no. Pero haría bien Ollanta en pedirle un poquito más de discreción. "Papi, chitón, me estás jodiendo, ¿capici?". O algo así, debería sugerirle a su progenitor. En buena onda, por cierto. Con cariño. Pero también con eficacia. Para que entienda. Que le diga que, si acaso no se ha dado cuenta, Juan Acevedo lo retrata tal cual todas las semanas. Tal cual. Y en estas azulinas páginas. Ergo, no es necesario que se sobreexponga. Encima señala que, a Antauro "lo botaron del Ejército por ser demasiado inteligente". ¿No les digo?

DOS.- Leo: "Raúl Castro ganó la presidencia del PPC". ¿Se trata del hermano de Fidel? No. Se trata del primo calvo de Rajoy, que es como uno de esos políticos que, a primera vista, ya sabes que en ningún caso amenaza los cimientos del sistema. Le ganó por doce votos al malpapeado Eguren. Según el propio Castro, su triunfo se explica porque la militancia le prefirió antes que al sector radical, que encarnaba Alberto Beingolea, y perdió por muy poco. Eso habla bien de él. De Beingolea, evidentemente. Para la próxima será.

TRES.- El Gargamel barbado pretendió restringir el desplazamiento de los periodistas en el Congreso. Es que en el manual de instrucciones del intolerante oficialista se confunde la normativa con cortapisa. Una prueba más de que a los presidentes del Congreso "los carga el diablo".

CUATRO.- Son como aberraciones de laboratorio. Como aquellas que aparecen en las películas de clase B. Me refiero a algunos de nuestros congresistas, obvio. Ya van tres expulsados al ritmo de alabimbombam. Todos del oficialismo. Con lo cual uno puede inferir que, todo el discurso moralista de Humala durante la campaña se quedó en lo políticamente correcto, pues en esta materia, la de la honestidad, el nacionalismo "es hasta ahora mucho más continuidad que cambio", como ha apostillado Carlos Basombrío en este mismo papel. Y recién empieza la cosa, les cuento.

CINCO.- De acuerdo a la última encuesta nacional de Ipsos Apoyo, el índice de aprobación del Congreso ha bajado de 41% a 24% en apenas tres meses de gestión. Ni un yunque es capaz de caer a esa velocidad. Vaya. Ni contratando a Gisele Bundchen, quien es capaz de aumentar los beneficios de las instituciones que la contratan, podría revertirse esa tendencia. Y eso escarapela. Con decirles que a veces provoca subirse a una azotea y proyectar en el cielo nocturno un símbolo luminoso, y confiar en que Batman pueda venir a rescatarnos.

SEIS.- Está clarísimo que al general Raúl Salazar le encantan los desalojos. En Andahuasi o en el camal de Yerbateros. Da igual. Le fascinan. Como a Cindy Crawford le fascina Ripley. Lo que no me cuadra es que tuvieron que pasar al retiro a más de treinta generales para designar al susodicho. Y que no se me malinterprete. No tengo nada contra los desalojos. Siempre y cuando se empiece por desalojar a Salazar y a su jefe Óscar Valdés, quien lo puso ahí.