“Construyan una sociedad abierta y renovada”

SANTIAGO DE CUBA (AFP).– El papa Benedicto XVI instó a los cubanos a tomar "las armas de la paz, el perdón y la comprensión" para construir "una sociedad abierta y renovada", en una misa ante miles de personas en Santiago de Cuba (sureste), en el primer día de su visita a la isla.

Benedicto XVI también pidió defender el matrimonio y la familia, como "célula fundamental de la sociedad", y llamó a "acoger la vida humana", en especial "la más indefensa y necesitada", en una aparente crítica al aborto, que es legal en Cuba desde los primeros tiempos del régimen comunista.

Unas 200,000 personas congregadas en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo de Santiago de Cuba –entre los que había católicos, santeros, ateos y comunistas– desafiaron varias horas el sol abrasador de la tarde en esta ciudad a orillas del Caribe, con temperaturas sobre los 33º C antes del inicio de la misa.

Benedicto XVI fue recibido por el presidente cubano Raúl Castro en el aeropuerto de Santiago de Cuba, para iniciar una visita de tres días en la que rendirá homenaje a la Virgen de la Caridad, patrona nacional, en su 400 aniversario.

Desde el histórico encuentro entre Juan Pablo II y el expresidente Fidel Castro en 1998, la Iglesia Católica se ha convertido en el principal interlocutor del Gobierno y muchos esperan que la visita aumente su papel de mediación en asuntos tan sensibles como presos políticos y grupos disidentes.

"Uno de los frutos importantes de aquella visita fue la inauguración de una nueva etapa en las relaciones entre la Iglesia y el Estado cubano", dijo el Pontífice al remarcar la importancia del Papa polaco para suavizar la hostilidad entre ambas instituciones desde el triunfo de la revolución en 1959.

TENGA EN CUENTA

- No está claro si Benedicto XVI se reunirá con Fidel Castro o con el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien está en Cuba sometiéndose a un ciclo de radioterapias por el cáncer que le fue detectado el año pasado.

- El Papa no tiene previsto en su agenda recibir a líderes disidentes, que habían pedido un minuto de su tiempo para plantearle las demandas de mayor libertad política y respeto a los derechos humanos en el país.