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Redacción PERÚ21

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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

El Reino Unido (UK) quiere aplicar en Malvinas el principio de autodeterminación de los pueblos. Es un disparate jurídico pues los actuales habitantes de ese territorio usurpado fueron implantados por los propios británicos y son ciudadanos de ese país. ¿Qué otra cosa que UK van a elegir?

Sin embargo, en la isla de Diego García, en el Océano Índico, también ocupada por el Reino Unido, aplican el principio opuesto. Hace más de 40 años expulsaron a los nativos de dicha isla para que Estados Unidos pusiera una base militar y una prisión estilo Guantánamo. Desde entonces, sus antiguos habitantes deambulan como parias exigiendo que Londres les devuelva su tierra. Diego García es una isla de coral de 44 kilómetros cuadrados cuyos habitantes, hoy en el exilio, se denominan chagosianos. Para deshacerse de ellos bloquearon el ingreso de alimentos, por lo que algunos se trasladaron a la vecina isla Mauricio, donde sobreviven en precarias casillas. Otros fueron embarcados a la fuerza y otros más engañados con promesas de vacaciones gratuitas en el exterior para, después, impedirles regresar. Hay casos como el de María Aimée, quien en 1969 llevó a sus hijos a Mauricio para un tratamiento médico y, luego, no la dejaron subir al barco para retornar. Recién se pudo reencontrar con su marido dos años más tarde. Muchos no soportaron el destierro. Hubo suicidios y alcoholismo. En una nota publicada por The Times ella recuerda: "Era el paraíso, éramos como aves libres, y ahora estamos igual que en una prisión". Se calcula que, de los dos mil habitantes originales, hoy viven menos de 700. La moral UK es, como vemos, de plastilina.