Redacción PERÚ21

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¿A quién no le gusta comer? En los ambientes de trabajo suele ocurrir algo muy particular en torno a la comida.  Si trabajas en una oficina, puede que te hayas dado cuenta de que la comida traída por alguien, comprada por la empresa o la que aparece por sorpresa sobre un escritorio tiende a consumirse muy rápido, incluso cuando el producto no tiene buen sabor ni un aspecto demasiado tentador.

¿Por qué parece que comemos casi cualquier cosa en el trabajo? BBC Mundo, en conversación con varios especialistas, buscó resolver esta incógnita y entender mejor este comportamiento. 

Según la psicóloga estadounidense Susan Albers, la comida en pocos segundos en la oficina porque esta habitualmente suele ser gratis. "Nos encanta la comida gratis", precisa la especialista en problemas de alimentación y pérdida de peso.

"Nos encanta no tener que trabajar demasiado duro para conseguirla. Así que tenerla a mano en la oficina es conveniente. Amamos las cosas que son gratis y fáciles de conseguir", agrega.

Además, Albers resalta que, al trabajar mucho y no obtener reconocimiento suficiente por ello, la comisa se considera como un "beneficio gratuito por estar en la oficina".

ESTRÉS Y ANSIEDAD

Por otro lado, Lilia Graue, médica y psicoterapeuta mexicana especialista en alimentación, señala que otra de las razones de por qué comemos cualquier cosa en la oficina sin pensar mucho en lo que nos estamos llevando a la boca es el estrés.

"El ambiente en las oficinas suele ser de mucha exigencia, de presión, de estar como corriendo de una cosa a la otra y en esos estados no es fácil conectarse y poner atención deliberada", indica.

"Entonces cuando aparece la comida se activa algo que llamamos mindless eating que es la alimentación sin conciencia", explica la también directora del centro de salud alimentaria Mindful Eating México.

Los malos hábitos al comer también están relacionados con la ansiedad y comer sin pensar en la oficina puede ser el resultado de ello.

"Los seres humanos solemos tener conductas alimentarias que buscan calmarnos. Algo que pasa automáticamente cuando comemos es que se activa un área del sistema nervioso central que está encargado de la relajación, así que comer nos calma", asevera Graue.

"Si estamos muy ansiosos en un contexto de mucho estrés, de mucha exigencia donde nuestro desempeño está siendo medido y somos tratados como máquinas productoras y no como humanos es natural que recurramos a las pocas conductas a las que tenemos acceso para calmar nuestro sistema", agrega.

Asimismo, otro factor que influye en la oficina es que, en muchas ocasiones, el comer se transforma en un evento social.

"Las personas que están comiendo algo contagian a otras para que también coman", subraya Susan Albers, quien también dice que la reunión en torno a la comida puede funcionar como una respuesta psicológica al factor de "pertenencia al grupo".

¿CÓMO EVITAR COMER CUALQUIER COSA EN LA OFICINA?

La experta opina que el lugar donde está situada la comida es fundamental para evitar la tentación.

"Una cosa que puedes hacer es tener algunos bocadillos más saludables en tu escritorio. Eso se llama efecto de proximidad. Comeremos alimentos cercanos a nosotros y no tendremos que esforzarnos demasiado"

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