Ricardo Rodríguez, a través de Pixed Corp, hoy reinventa y reconstruye vidas. (Lino Chipana/GEC)
Ricardo Rodríguez, a través de Pixed Corp, hoy reinventa y reconstruye vidas. (Lino Chipana/GEC)

Ricardo Rodríguez siempre soñó con convertirse en inventor. Y gracias a su trabajo y un enorme esfuerzo hoy reinventa y reconstruye vidas. En 2015, con la premisa de poner su grano de arena para que seamos un país más inclusivo, el ingeniero mecánico eléctrico piurano fundó , la primera empresa peruana dedicada a producir y comercializar tecnologías inclusivas de bajo costo para personas con discapacidad.

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Tras más de cinco años, Pixed Corp ha mejorado la forma de vivir de más de 80 personas y su meta es continuar dando más oportunidades a aquellos que día a día deben luchar con una sociedad que lastimosamente recorta sus oportunidades.

¿Cómo nace Pixed Corp? ¿Siempre has tenido esa vocación por ayudar a otros?

La idea de Pixed Corp surge después de que yo mismo conocí todo lo que implica y significa tener discapacidad a través de un familiar. Mi tío tenía discapacidad física e intelectual. Al convivir con él descubrí las numerosas barreras que la sociedad impone a las personas con discapacidad. Eso fue lo que me motivó a trabajar en esto. Aprendí que las personas con discapacidad pueden desarrollarse en sus tiempos y sus formas, pero muchas veces la misma sociedad o entorno es lo que termina impidiendo que se desarrollen. Cuando estaba estudiando mi carrera, me preguntaba qué podía hacer para poner mis conocimientos al servicio de esta comunidad. Ya llevaba un buen tiempo trabajando en las áreas de biomecánica y diseño mecánico. Entonces, empecé a meterme a muchos proyectos relacionados a esto y al final empezamos a plantear las investigaciones para producir prótesis. Ya en 2015, junto a mi equipo, decidimos constituir la idea como una empresa.

¿Recuerdas ese momento en el que tomaste conciencia de la existencia de las barreras que enfrentan las personas con discapacidad?

Hubo varios momentos. Uno de ellos fue cuando, con mi familia, debíamos llevar a mi tía a su cita médica. Recuerdo que nadie nos quería llevar. Yo era muy pequeño y no lo entendía. Al final me explicaron que no nos querían llevar por mi tío. Todas estas barreras las vi por intermedio de una persona tan cercana a mí. Yo lo veía a él haciendo sus cosas en casa de mi abuela, sin limitaciones. Pero cuando salía, la realidad era otra. Luego, a medida que hemos avanzando con el proyecto, la misma gente con discapacidades que nos ha contactado nos decía que nunca nadie se había puesto a pensar tanto en lo que verdaderamente necesitaban. El camino es muy largo, todavía hay mucho que trabajar con respecto a la inclusión. Pero nosotros queremos aportar desde nuestro campo.

En tu experiencia, ¿cuáles son las barreras que enfrentan a diario las personas con discapacidad?

Existen varios factores que influyen. Hay muchas barreras, pero las fundamentales son tres: la familia, la sociedad y la misma persona. Cuando uno nace con una discapacidad o se genera a raíz de un accidente, el tamaño de las barreras dependerá mucho de la actitud de la propia persona con discapacidad. Está también la barrera de la familia, que muchas veces es demasiado condescendiente o subestima a la persona con discapacidad. Eso tampoco está bien. No toda la culpa la tiene la sociedad.

¿Sientes que el mercado al que se dirigen estaba bastante desatendido?

Era un mercado con una oferta muy limitada. Había muy pocas proveedoras de prótesis. Las empresas en el país que trabajan con las prótesis tradicionales de extremidades superiores, son distribuidoras de marcas internacionales y los costos son exorbitantes. No entendíamos el motivo del precio elevado. Lo que se quiere es que estos productos se utilicen, pero se vendía casi como productos de lujo. Empezamos a trabajar nuestros diseños, hicimos comparativas de materiales y nos dimos cuenta que podíamos trabajar los costos muy por debajo del precio de las prótesis tradicionales. Sin embargo, por más que brindemos un precio más accesible, muchas personas igual no pueden solventarlo. Por eso brindamos soluciones como un programa de crédito.

No están enfocados en solo brindar prótesis de bajo costo, sino también en brindar un servicio más integral.

Exacto. Vamos más allá. Nos dimos cuenta que algo muy importante era el apoyo psicológico. Hay muchas personas que no asimilan su condición. Es muy importante entender qué ha pasado y los procesos que seguirán emocionalmente para encaminar todo. Finalmente, con eso los clientes quedan listos para usar un dispositivo y entender que la prótesis no es un reemplazo, sino una herramienta. Muchos piensan que la prótesis reemplaza la extremidad que se pierde. En realidad, es una herramienta para que el usuario se pueda desarrollar escolarmente, socialmente y laboralmente. Las prótesis no son un reemplazo, sino una herramienta de desarrollo.

¿Recuerdas la impresión del primer cliente que atendieron?

Claro. Todavía recuerdo la primera prótesis que entregamos. Fue a un pequeño niño de seis años y fue muy anecdótico. Teníamos muchas expectativas por su primera reacción. Tenía una bolsa de chizitos cerca y lo primero que hizo fue tomarla y abrirla con su mano y la prótesis. Luego subió a una silla e imitando al Hombre Araña se dirigió a su primo que lo estaba acompañando y le dijo: ‘Mira ahora puedo hacer esto’. Ambos salieron a jugar. No hubo un gracias como tal, pero esas dos acciones y emociones que tuvo fueron mucho más potentes que cualquier palabra, gesto u testimonio.

¿Cuál fue el efecto de la pandemia sobre Pixed Corp?

Nuestra preocupación era en qué podíamos ayudar y sumar. Investigamos y trabajamos en un diseño de protectores faciales y cajas para guardar mascarillas, para donar a grupos pequeños del personal de salud. Pero luego se empezaron a pasar la voz y no nos dábamos abasto. Felizmente apareció Sura, del sector privado, que nos apoyó a abastecer a más médicos.

AUTOFICHA:

-“Mi nombre es Ricardo Gerardo Rodríguez Torres. Tengo 31 años. Nací en Piura y, como todo buen piurano, me encanta el ceviche y el seco de chabelo. Estudié Ingeniería Mecánica Electrónica, pero he sido inventor toda la vida”.

“Soy una persona muy nocturna, trabajo muchísimo de noche. A veces pienso que duermo menos de lo que debería. Soy fanático del karaoke. Me encanta pasar tiempo con mis amigos y mi esposa. He sido basquetbolista y me gusta muchísimo la música. Sé tocar cerca de nueve instrumentos musicales diferentes”.

“Pixed Corp fue constituida como empresa en diciembre de 2015. Actualmente somos siete personas las que integramos el equipo y día a día trabajamos para seguir adelante con el proyecto. Hemos mejorado la vida a más de 85 personas con discapacidad”.

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