Redacción PERÚ21

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La violencia y la represión contra la revuelta en no conocían descanso este jueves, con un nuevo atentado en Damasco, a dos días de una reunión internacional sobre el conflicto que se anuncia difícil por el persistente rechazo ruso a una solución exterior.

Según informó AFP, un atentado con bomba perpetrado en el estacionamiento del Palacio de Justicia, en el centro de Damasco, provocó este jueves tres heridos, anunciaron los medios estatales que lo atribuyeron a ''terroristas''.

En la víspera, .

Según una fuente policial, estallaron dos bombas adosadas a dos vehículos de magistrados aparcados en el estacionamiento.

En el resto del país, los bombardeos de las tropas del régimen contra los bastiones rebeldes y los intensos combates entre soldados y rebeldes, cada vez más cerca de la capital bajo control de las fuerzas del régimen de Bashar al Assad, dejaron al menos 21 muertos, según una ONG siria.

El miércoles, 149 personas murieron en una de las jornadas más sangrientas desde el 15 de marzo de 2011, cuando comenzó una contestación pacífica que se fue militarizando frente a la represión y a la inacción de la comunidad internacional.

Cientos de personas, en su mayoría civiles, entre ellos mujeres y niños, han muerto en las últimas semanas, según la ONG.

Los bombardeos se concentran contra las plazas fuertes rebeldes de Homs (centro), Deir Ezor (este), Duma, cerca de Damasco, e Idlib (noroeste), defendidas encarnizadamente por los insurgentes en medio de una situación humanitaria dramática, según los militantes.

Más de 15.800 personas, en mayoría civiles, han muerto en 15 meses.