Referéndum para asamblea constituyente es inviable

El Pleno del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) emitió un pronunciamiento en el que remarcó que la propuesta que busca una convocatoria a referéndum nacional para consultar a la ciudadanía sobre una asamblea constituyente, para elaborar una nueva Constitución, es inviable.

La Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso había consultado a la entidad electoral sobre el proyecto de ley 3828, impulsado por la legisladora Sigrid Bazán, que pretender aplicar esa vía para cambiar la Carta Magna.

El JNE respondió al grupo de trabajo que el planteamiento de un referéndum para una asamblea constituyente “no se encuentra conforme con los temas que prevé la Constitución para el empleo de este mecanismo de participación popular”.

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Añadió que en lo que respecta a reformas constitucionales, (el referéndum) es un mecanismo que solo se emplea luego de que un proyecto haya sido aprobado por el Legislativo (sin alcanzar los votos necesarios para que la reforma se apruebe directamente).

Para el abogado constitucionalista Lucas Ghersi, la decisión del JNE ha sido la más acertada, esto debido a que “no es posible convocar un referéndum en abstracto sobre la convocatoria o no de una asamblea constituyente; en el Perú, para poder tener un referéndum, solo puede ser referido a un proyecto de ley de una reforma constitucional”.

También señaló que la insistencia de la izquierda en la medida es porque sus propuestas “son tan malas que no se atreven a proponerlas directamente”.

Otro proyecto imposible

El JNE también se pronunció respecto al proyecto de ley 3288, que propone modificar y garantizar el voto a las personas que están en prisión.

“El derecho al sufragio de las personas privadas de libertad que promueve, no solo alcanza a aquellas que no poseen sentencia firme, sino a todas en general, lo que actualmente prohíbe la Constitución y la Ley Orgánica de Elecciones”, recordó la entidad.

Datos

• La semana pasada, el movimiento No a la Asamblea Constituyente presentó más de 600,000 firmas en contra de la medida.
• Los legisladores castillistas intentaron juntar firmas para convocar a un referéndum directo y ver si se cambiaba o no la Constitución.

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