Jorge Barata confirma la existencia del 'Club de la Construcción'

En el tercer día de interrogatorio, Jorge Barata, exjefe de Odebrecht en el Perú, confirmó la existencia de un ‘Club de la Construcción’.

Ante el fiscal Germán Juárez del equipo Lava Jato, Barata indicó que conocía de la existencia de este grupo de constructoras desde el año 2001 y estaba conformada por las firmas Odebrecht, Andrade Gutiérrez, OAS, Queiroz Galvao, Graña y Montero, Obrainsa, entre otras.

Fuentes de Perú21 en Curitiba explicaron que el denominado ‘Club de la Construcción’ tuvo como objetivo asociarse para adjudicar obras que licitaba el Ministerio de Transportes. Para lograr su cometido pagaron coimas a diversos funcionarios de la citada cartera.

En declaraciones a la prensa, el fiscal Juárez, a cargo de la pesquisa, explicó que la diligencia fue puntual porque Barata solo ha confirmado las declaraciones de otros colaboradores brasileños. En referencia a los ex funcionarios de Odebrecht Ricardo Boleira y Renatto Bortoleti, quienes participaron directamente en las reuniones del ‘Club’, en representación de Odebrecht. 

“El Club de la Construcción cuando llegó al Perú ya existía pero en el tiempo ha ido evolucionando. El no puedo hablar durante el periodo que ya no estaba (Estuvo en Perú hasta el 2012). La etapa de investigación es del 2011 al 2014. Boleira y  Bortoleti tienen más detalles”, sostuvo.

El 23 de febrero de 2019, Raymundo Trindade Serra, ex gerente de relaciones institucionales de Odebrecht, también confirmó la existencia del llamado 'Club' en Perú y dijo que esta organización ilícita empezó a "repartirse" las licitaciones del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) desde hace 23 años.

"En líneas generales puedo decir que (Trindade Serra) ha corroborado que sí existía el 'Club de la Construcción', por lo menos desde 1996, que es el año en que él llega al Perú. Pero el periodo de investigación fiscal comprende a partir de 2011", dijo el fiscal Germán Juárez en ese entonces.

De acuerdo a un colaborador eficaz, las compañías se repartían las obras y se beneficiaban de la buena pro debido al pago de una comisión de alrededor del 2.92% del valor referencial de la obra. En aquella ocasión, Trindade Serra no confirmó esa información, pero sí dijo que la forma de pago se acordaba directamente con cada empresa ganadora. 

En su defensa, Gonzalo del Río, abogado de Graña y Montero, dijo el testimonio de Barata “no tiene ninguna relevancia” porque en esa época él no estaba en Perú y no participaba de las reuniones.