Foto: Alberto Orbegoso
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Redacción PERÚ21

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Patricia Kadenapkadena@peru21.com

, militante del Partido Nacionalista, admite que a Daniel Abugattás le faltó tolerancia, pero añade que su gestión fue bastante aceptable.

En el Parlamento, usted era una congresista de perfil bajo. Ahora es una ministra con 49% de aprobación.Yo me siento satisfecha porque, en las tres encuestas nacionales que se han dado a conocer, mantenemos esa confianza o esa visión que tiene la ciudadanía de que somos un ministerio que trabaja.

¿Qué ha hecho que cambie esa percepción sobre el Ministerio de la Mujer?Yo creo que la voluntad que tenemos de estar presentes en donde se dan los casos de violencia de género. Normalmente, el Ministerio de la Mujer –yo quiero pensar que por la administración de los programas sociales– siempre estuvo abocado a ver los temas de racionamiento de comida, de construcción de pequeñas obras, y poco se había trabajado en la promoción de los derechos de la mujer… Lo que ha cambiado es que estamos construyendo confianza.

Usted había sido voceada como candidata a la Presidencia del Congreso. ¿Recibió una propuesta concreta?Con los colegas de bancada conversamos sobre el cambio de la Mesa Directiva. Ellos me preguntaron si me gustaría continuar como ministra –potestad que es exclusiva competencia del presidente– o si me gustaría integrar la Mesa Directiva. Respondí que me parecía muy prematuro. Había dejado la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores, tenía apenas tres meses como ministra, y dejar descabezado el ministerio me parecía como que no estaba cerrando brechas. Yo quería avanzar mi trabajo en el ministerio.

¿Y cómo es que salió lo de la fórmula integrada solo por mujeres?¡De la prensa! Yo me sorprendí. Una periodista de Perú21 que me abordó en el Congreso me preguntó sobre la posibilidad de postular a la Mesa Directiva, y le dije que me sentía honrada por la sola mención que se hiciese de mí.

Pero le preguntaron porque ese tema ya se estaba conversando en el oficialismo.Bueno, la conversación que yo tuve con mi bancada fue en marzo. Luego se acercaron congresistas de otras bancadas que me dijeron que yo podía ser un buen cuadro para presidir el Congreso, y de allí viene la volada de que ¡Ana Jara quiere presidir el Congreso con una mesa de matriarcado! Y un sector del Congreso consideró que, así como yo reclamo, con toda justicia como mujer y como ministra, que haya una cuota de mujeres, pues, por lo mismo, también debería haber hombres.

En la actual Mesa Directiva todos son hombres…Por eso digo. Las mesas directivas, mayoritariamente, han estado compuestas por hombres, y las mujeres no nos hemos rasgado las vestiduras. Consideramos que es un tema de confianza, y por eso hay elecciones. Si a nadie le hubiese parecido bien una mesa conformada exclusivamente por hombres, nadie hubiese votado, y lo propio con mujeres.

Usted ha dicho que le gustaría ser presidenta del Congreso.Yo no he negado mis pretensiones de presidir el Congreso de la República, pero todo tiene su tiempo. Vamos a trabajar acá en lo que el presidente Humala determine para mí dentro de esta cartera. Y si vuelvo al Congreso, trabajaré como siempre lo he hecho con mi bancada, en unidad y siempre manteniendo un grado de concertación con las otras bancadas.

La designación de Víctor Isla hace pensar que Gana Perú no tiene cuadros…Él ha sido designado porque la bancada así lo ha determinado, y yo respaldo esa decisión. Pero Víctor se ha mostrado como un hombre concertador, un director de debates eficiente como vocero alterno de la bancada. Ahora, esperemos su performance en el Congreso para juzgar si estuvo o no a la altura de la confianza que le hemos dado.

Pero sus vínculos con el chavismo preocupan y, en la actual coyuntura política, no ayuda mucho tener un presidente del Congreso cuestionado…Bueno, en todo caso, esa es la cruz que va a tener que cargar Víctor Isla, ahora, como virtual presidente del Congreso. Solo queda en él poder mostrar la imagen democrática que todos queremos ver. La pelota está en su cancha; es él el llamado a demostrar que los vínculos que la opinión pública pudiera achacarle son simples especulaciones, más allá de lo que él pudiera haber declarado a una comisión del Congreso.

¿Qué espera usted que haga el señor Isla que no haya hecho el señor Abugattás?Yo espero ver a un presidente concertador, y espero que Víctor, cuando se fije una agenda en común con las otras tiendas políticas, sea lo suficientemente concertador y tolerante para hacer ese trabajo sin que haya sobresaltos en este año de gestión.

¿Daniel Abugattás dio la talla como titular del Congreso?Daniel es una figura representativa dentro del nacionalismo. Le han tocado épocas difíciles en el Legislativo. Él tenía que hacer las veces de visagra con otras tiendas políticas, que también tenían su propia agenda. Quizás en ese manejo le faltó un poco más de tolerancia, pero, en líneas generales, no recordamos a esta gestión por los destapes de corrupción. No niego que ha habido decisiones que han sido cuestionadas…

Como el caso de los gestores, el club de playa…Fue una propuesta que no se llegó a materializar, no hubo un daño.

Pero eso es porque la prensa lo denunció.Por eso la importancia de la libertad de expresión, que es uno de los pilares de la democracia… Lo que a Daniel se le discute son las formas, la poca tolerancia que ha tenido como presidente del Congreso. Pero, a la luz de otras gestiones, creo que su mandato ha sido aceptable.

¿La salida de los congresistas Diez Canseco, Mavila, etc., era inevitable?Era la crónica de una muerte anunciada.

¿En qué momento se produjo el divorcio con ese sector de la izquierda?Ellos tenían una posición muy cimentada en el sentido de que debíamos priorizar el plan de gobierno de La Gran Transformación, y querían que los resultados fueran ya, y no entendían que este es un proceso que tiene etapas.

No entendieron el cambio.No entendieron el cambio, siempre eran críticos. Ellos no estaban de acuerdo con las decisiones políticas del presidente… Muchos entendieron que a este 'combi', que era el Partido Nacionalista, podían subirse todos aquellos que no habían podido llegar al poder, hablo de las izquierdas, pero cuando llegaron a la meta se olvidaron de que el conductor, que era el presidente Humala, tenía un planteamiento de gobierno que quería poner en práctica.

¿El nombramiento de Salomón Lerner en Unasur es un preámbulo del retorno de la izquierda al Gobierno?Bueno, esa es una pregunta que se la formulamos al presidente; es él quien lo ha designado en ese cargo de confianza, y le corresponde a él establecer cuáles son los sectores sociales que lo habrán de acompañar en esta segunda etapa.

¿Se debe oxigenar el gabinete? ¿Usted se siente segura en el cargo?Nadie puede sentirse seguro de permanecer en un cargo de confianza. Yo lo que siento es que estamos avanzando en el ministerio y que el presidente nos exige nuevos programas, nuevas metas, resultados. Si hubiera voluntad de cambio, que es su prerrogativa, y legítima, enhorabuena.

¿Hay una copresidencia en el Gobierno?No existe una presidencia colegiada. El presidente de la República es Ollanta Humala, y es él, y únicamente él, quien gobierna.

La primera dama tiene una participación muy activa…La primera dama es una mujer con mucho carisma. Es también una mujer política, pero está abocada exclusivamente a temas de apoyo social, de atención a poblaciones vulnerables y de apoyo al presidente en los asuntos de su familia. Es solamente eso.

FRASES

- "Yo inicio mi gestión como el patito feo, porque me estigmatizaron como una fanática religiosa… Esta ministra sabe distinguir perfectamente lo que son sus convicciones personales de su trabajo ministerial".

- "Víctor Isla no es un congresista mediático, pero ha sido el vocero alterno de Gana Perú. No siempre Fredy Otárola podía presidir las sesiones, y era Víctor el que tenía el contacto con los congresistas de provincias".

- "Ellos (los izquierdistas) esperaron ver a un hombre radical (Ollanta Humala), que pateara el tablero, que desconociese la Constitución política".

SABÍA QUE

- Aunque Víctor Isla es el candidato de Gana Perú a la Presidencia del Congreso, la decisión parece que no está totalmente oleada y sacramentada.

- En las últimas horas se estaría hablando de la posibilidad de que Ana Jara sea la carta del oficialismo.