Un tardío allanamiento fiscal deja en pijama a Guillermo Bermejo

Guillermo Bermejo, el activista cocalero de izquierda radical que llegó al Congreso con Perú Libre, fue exhibido la mañana de ayer por autoridades de la Fiscalía de la Nación en una diligencia de allanamiento por el caso Los Operadores de la Reconstrucción. Al investigado Bermejo se le imputa el delito de tráfico de influencias agravado en perjuicio del Estado que tanto dice defender.

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En la quincena de agosto, el Equipo Especial Contra la Corrupción en el Poder detuvo a dos asesores del parlamentario por ofrecer trato especial, a cambio de una generosa coima, a un alcalde interesado en que las obras para su distrito aparezcan en el listado de la Reconstrucción con Cambios.

Después de visitar el despacho de Bermejo, la autoridad distrital logró que dos megaobras sean incluidas. Los asesores le cobraron el servicio, y uno de ellos llevó el dinero ilícito ascendente a 40 mil soles, personalmente, a la casa del congresista en Surco. Así lo relata un colaborador eficaz, que a todas luces, evidencia una cercanía incomparable con el ahora investigado.

No fue lo único que relató el hombre arrepentido. El colaborador del Equipo Especial también contó que gestionó camionetas y otra coima para el congresista. Pero esta vez, la dádiva se la llevó directamente al asesor principal del despacho y hombre de confianza del izquierdista: Jaime Jara Aguirre. Este, actualmente, cumple prisión preventiva por negarse a delatar a su jefe.

Todo esto se supo entre la quincena de agosto y finales de ese mes, en extensos reportajes de Perú21, pero Bermejo seguía pasando ‘piola’ y el tiempo a su favor le permitía, si él quería, desaparecer todo lo que lo incriminaba tanto en su casa en Surco como en su despacho congresal. Por supuesto que el experulibrista, no ajeno a procesos judiciales, pues actualmente tiene un juicio por afiliación al terrorismo, decidió maniobrar políticamente y “se puso a disposición de la fiscal de la Nación” Patricia Benavides.

Así pasaban las semanas, y el oportuno y necesario allanamiento a sus propiedades dejaba de tomar real importancia.

EN PIJAMA

Sobre las 7 de la mañana de ayer, un equipo de fiscales de Enriquecimiento Ilícito al mando de Alain Flores Quispe le tocó la puerta a Guillermo Bermejo. El legislador se asomó en pijama con la tranquilidad de quien esperaba que la visita se produjese. Los funcionarios, con el apoyo de la Policía, ingresaron a la casa ubicada en Surco. Su inspección duró cuatro horas. El investigado usa el primer piso.

En paralelo, otro grupo de fiscales allanó su oficina congresal ubicada sobre el jirón Junín del Centro de Lima.

“La Fiscalía está montando un show mediático. Nosotros hemos concurrido a la Fiscalía hace dos semanas y nosotros mismos hemos pedido que vayan al domicilio”, dijo Ronald Atencio, abogado del investigado Bermejo.

Fuentes del Ministerio Público señalaron a este diario que esperan que se logre recabar información de los celulares y las computadoras del despacho.

El juez Juan Carlos Checkley también autorizó el levantamiento del secreto de las comunicaciones de los dispositivos incautados, así como la extracción de la información existente en los discos duros, en los aplicativos y correos electrónicos.

Ahora, la casa y la oficina de Bermejo hablarán. Las autoridades deben estar muy atentas.

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