César Hinostroza
César Hinostroza

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En paralelo, intentaba comunicarse en reiteradas ocasiones, vía teléfono, con su esposo, el abogado César Serrano, para que le explicara por qué su voz vuelve a aparecer en otro audio con el tremendo juez supremo César Hinostroza; sin embargo, Serrano no contestaba las llamadas de su cónyuge. 

El pasado viernes, Córdova y Serrano tuvieron una tensa conversación. La fiscal le pidió a su esposo que le confesara si había tenido más diálogos con el juez Hinostroza. El abogado le respondió que después de la conversación de marzo de 2018, publicada por IDL-Reporteros, no aparecería otro audio. 

PRIMER GOLPE

El portal de investigación reveló que Hinostroza y Serrano dialogaron sobre un tema referido a trabajadores de la Academia de la Magistratura (AMAG). El abogado aprovechó la oportunidad para pedirle al juez que lo apoye para cobrar una deuda que la AMAG le tenía por laborar en la institución. 

Esta conversación generó cuestionamientos a Norah Córdova. La fiscal, en pleno escándalo por la difusión de los audios de la vergüenza, recibió la orden de abrir investigación. 

 Una de sus primeras diligencias, el 10 de julio, fue pedirle a IDL-Reporteros que le entregue los audios que habían publicado con contenido ilícito. De inmediato, los periodistas cuestionaron la diligencia y acusaron a Córdova de atentar contra la libertad de prensa. Días después, publicaron el audio en el que Serrano se contactaba con su tocayo Hinostroza. 

“ESTOY SEGURA”

Norah Córdova estaba segura de que el viernes pasado su esposo le había dicho la verdad; es por eso que el lunes la fiscal se presentó en televisión nacional para defender su trabajo y, de paso, a su cónyuge. 

“Mi esposo solo habló una vez con César Hinostroza. Estoy segura de que no hay más audios de mi esposo”, dijo en el programa de Milagros Leiva.  

Pero ayer Perú21 llevó al despacho de la fiscal Norah Córdova otro audio de su cónyuge en el que, esta vez, la involucraba directamente.  

EL TEMA OBVIO
Sobre las 5 de la tarde del martes 8 de mayo, Hinostroza llamó a Fernando Ojeda Zañartu, un arquitecto limeño, para decirle que tenían que reunirse de manera urgente. 

“Yo dejo cualquier cosa para juntarme contigo”, respondió Ojeda. La cita se pactó para las 8:00 p.m. del mismo día en un hotel de San Isidro. Ambos llegaron con suma puntualidad. Sobre las 9:17 p.m., cuando ambos estaban en la cafetería del hotel, Hinostroza llamó a Serrano. 

Mientras el celular del abogado timbraba, Hinostroza le pedía a Ojeda que le confirmara el pedido. “Tu fiscal es Norah Córdova, ¿no? La fiscal de tuyo es Norah Córdova, ¿no? La de tu hermana pe”. 

El esposo de Córdova contestó y, después de hablar de otros temas, Hinostroza atacó. “Disculpa que sea impertinente. ¿Te acuerdas que estuvimos en la casa en La Molina? Sobre el tema que no voy a decir por causas obvias”, dijo el juez.  

Hinostroza quería que Serrano consulte con su esposa sobre un caso que se investigaba en su despacho anticorrupción, y que tenía como principal imputada a Doris Ojeda Zañartu, la hermana del hombre que lo acompañaba en la cafetería del hotel.

Serrano aceptó hacerle el favor.