Pareja de impacto. El detective José Luis Flores y la detective Lisbth Albuquerque tienen mas de 18 años investigando casos de infidelidad. (Foto: Javier Zapata / Perú21)
Pareja de impacto. El detective José Luis Flores y la detective Lisbth Albuquerque tienen mas de 18 años investigando casos de infidelidad. (Foto: Javier Zapata / Perú21)

Rafael Roque

Hay que admitirlo, la nos ha tocado a todos alguna vez. Sea en calidad de víctima o de perpetrador, se trata de una situación frustrante, dolorosa, y que suele representar un punto de quiebre en la relación de pareja. Y cuando hay una sospecha de engaño saltan las mismas preguntas: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Con quién?

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Pero ¿es en verdad tan importante conocer esas respuestas? Desde una mirada legal y clínica, sí. Entonces ¿a quién recurrir? Si la intuición te señala que algo no va bien, ciertos comportamientos delatan un cambio, gestos y actitudes confirman un desinterés… entonces es momento de contactar a los profesionales.

José Luis Flores es un detective especializado en casos de infidelidad. ¿Por qué persigue infieles? Confiesa que es más rentable porque siempre hay clientes. “El único momento que paramos fue en la pandemia, pues los hostales y las discotecas cerraron”.


¿Cómo atrapar a un tramposo?

Hay muchas infidelidades que nunca se verifican y quedan solo en sospechas. Pero si a la ecuación infiel le agregas un detective, no hay forma de salir impune. José Luis Flores explica, con la seguridad de la experiencia, que hay casos que le toman solo un día resolverlos y esto se debe a las herramientas que utiliza para exponer infieles.

“Por la experiencia que tengo, es bastante sencillo. Después de tantos años ya tengo esa frialdad de, por ejemplo, estar al lado del objetivo para grabarlo con mi teléfono, sin que me delate nada”, empieza.

Y si el infiel es reincidente y cubre mejor sus huellas, utiliza la tecnología para descubrirlo.

“Para los infieles que en su vehículo dan una, dos o tres vueltas en el auto antes de entrar al hospedaje, tenemos los micrófonos espías que se ponen en el vehículo. También están los GPS que pegamos debajo y el objetivo ni cuenta se da... no hay un caso difícil para nosotros”, señala confiado.

Si el ‘objetivo’ no utiliza un auto o recurre a maniobras más elaboradas, entran en escena softwares que ponen en evidencia absolutamente todo, desde las llamadas, mensajes de WhatsApp, uso de aplicativos como Tinder, ubicaciones, mensajes de texto y un largo etcétera. El detective explica sus técnicas, ciertamente discutibles, en tres situaciones concretas:

  • “Aconsejamos al cliente que cuando el objetivo esté relajado, le saque el teléfono desbloqueado, me lo dé afuera del domicilio y en 15 o 20 minutos le instalo el software. Luego regresa el teléfono a su lugar y no pasa nada pues no queda ningún rastro”.
  • “Si no hay esa complicidad con el cliente, nosotros compramos un teléfono y se lo hacemos llegar al objetivo a modo de regalo o de sorteo, nos mimetizamos como si fuéramos de una compañía móvil y se lo entregamos en su domicilio gratis”.
  • “Si el mismo cliente no tiene acceso al teléfono o no tiene la clave, entonces que le regale uno al objetivo, por ejemplo, por el Día del Padre. Se le puede obsequiar uno en caja y sellado, pero previamente le instalamos el software. Así, el objetivo pone su chip, descargará sus aplicativos y lo veremos todo”.
El detective José Luis Flores se especializa en investigar a infieles. (Foto: Javier Zapata / Perú21)
El detective José Luis Flores se especializa en investigar a infieles. (Foto: Javier Zapata / Perú21)


Las pruebas del delito

José Luis Flores, que está al frente del ‘Comando Femenino de Detectives Privados’ y ‘Detectivas Grupo Fénix’, explica que los clientes piden evidencias como agarres de mano, besos, caricias o el ingreso a un hospedaje… en foto y video, que luego podrán ser utilizadas en divorcios, en disputas por la custodia de hijos o por separación de bienes.

En sus más de 18 años de experiencia explica que las tendencias van cambiando, que si antes la mayoría de clientes que pedían sus servicios eran mujeres en busca de encontrar infraganti a sus esposos, ahora son los varones quienes más los contratan. Y esto se debe, según refiere, a que las mujeres ­–como es obvio­– ya no se mueven solo en el ámbito doméstico, ahora ocupan otros espacios en la sociedad.

Agrega que las mujeres que lo contratan buscan pruebas para sus eventuales juicios, mientras que los hombres para confirmar y exponer el engaño.


Sacadas de vuelta

Desde los casos que ha cubierto, el detective ve un patrón en los infieles. “Cambian su forma de vestir, algunos pretenden verse más jóvenes, se compran celulares modernos y ya no tienen dinero para la familia”.

Sin embargo, para el terapeuta Renato Andrade, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, es un error buscarle un perfil a las personas infieles.

“Caeríamos en un prejuicio. Lo que demuestra la consulta es que hasta la persona más improbable podría acabar tropezando (en la infidelidad). Hablar de un perfil, alimentaría los prejuicios”, asegura el especialista.

El psicoanalista Renato Andrade considera que una persona que es reiteradamente infiel tiene un problema que no quiere ver ni asumir. (Foto: Freepik)
El psicoanalista Renato Andrade considera que una persona que es reiteradamente infiel tiene un problema que no quiere ver ni asumir. (Foto: Freepik)


Dos caminos

¿Es importante conocer la infidelidad? Sí, nos dice el psicoanalista. Explica que la infidelidad a veces es un síntoma de la pareja, es decir, que esa pareja tiene ciertos problemas y que no sabe cómo enfrentarlos. Y la infidelidad suele ser un camino para sobrellevar estos impases.

“Obviamente no es la mejor solución, porque generan sufrimiento”, señala, agregando que, pese a ellos hay dos alternativas cuando la infidelidad se cruza en el camino de una pareja.

“Muchas veces descubren una infidelidad y recién comienzan a hablar. Recién cuando lo van a perder todo, dicen ‘necesito una consulta, hablar con alguien, hablar con la pareja’… recién en ese momento se lo plantean”, explica.

Mientras que un camino es de la apertura tras la infidelidad, el otro es de la negación.

“Un hombre que es reiteradamente infiel, tiene un problema que no quiere ver o asumir. La infidelidad es un síntoma de ese problema.”

¿Y un infiel contumaz puede cambiar? El especialista nos responde con seguridad que sí, pero que para cambiar uno tiene que saber un poco más de sí mismo e ir, definitivamente, a consulta con un profesional. No a un detective, precisamente.


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