Concluida la guerra de guerrillas en el Congreso en torno al caso de Kenji Fujimori, Guillermo Bocangel y Bienvenido Ramírez, la atención de los bloques políticos se centra ahora en la elección de la Mesa Directiva para el periodo 2018-19.

Fuerza Popular, tras su “victoria” a medias sobre los tres protagonistas de los llamados ‘mamanivideos’ –alcanzó los votos para la suspensión, pero no para el desafuero–, tiene como principal, quizá único, objetivo mantener la conducción del Parlamento que está en rojo y jalado con 07 de nota, según la encuesta de Pulso Perú publicada en mayo por Perú21.

En la baraja de posibles sucesores de Luis Galarreta corría solo, hasta hace algunas semanas, Miguel Torres. Bajo el auspicio de Keiko Fujimori, sin embargo, también estaría en carrera Daniel Salaverry, a quien se sumaría Cecilia Chacón que, se dice, no quiere darle alas a una postulación que ya el año pasado se quemó en la puerta del horno.

Pero todo el entusiasmo fujimorista no será esta vez suficiente para retener la Mesa Directiva. Para cuando se realice la elección, Fuerza Popular, con sus tres accesitarios ya incorporados, tendrá 62 de los 66 votos requeridos, que solo podrá alcanzar con eventuales aliados; papel que en las dos elecciones anteriores asumieron el Apra y Alianza para el Progreso. Eso le permitió a Luz Salgado primero y a Galarreta después ser elegidos con 87 y 84 votos, respectivamente. En esta ocasión, los votos podrían ser mucho menos, sobre todo si, en la misma línea de los ‘Avengers’, hay varios legisladores de FP que estarían descontentos con el trato recibido de sus dirigentes.

Mientras tanto, en tiendas opositoras insisten en perfilar una lista alterna para la que se vocea a Víctor Andrés García Belaunde, Jorge del Castillo, Juan Sheput y Javier Velásquez. Un preacuerdo, sin embargo, establece que el tema se definirá recién días previos a la elección. Difícil, pero no debería ser imposible si los legisladores decidieran deponer sus intereses personales. Pero en una coyuntura de televisores, flores y contratos de personal todo puede pasar. Incluso, que el fujimorismo, pese a no tener aún los votos y al 70% de la población que rechaza que siga al frente del Legislativo, según Datum, vuelva a hacerse de la Mesa por falta de desprendimiento de sus contrarios.