NO PUDO. Messi no brilló. El Madrid lo marcó mucho y bien. (AP)
NO PUDO. Messi no brilló. El Madrid lo marcó mucho y bien. (AP)

Redacción PERÚ21

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MADRID.– El primer round entre el fútbol y la fuerza fue empate. La sutileza de Iniesta y la 'suela' de Carvalho. El toque de Fábregas y el coraje de Essien. La seguridad de Piqué y las cachetadas de Xabi Alonso. En un duelo donde Cristiano Ronaldo fue más protagonista que Messi, Real Madrid igualó 1-1 con Barcelona por la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Fútbol y fuerza. Combinación de ambas, un clásico.

En la primera parte, el hombre de la 'calma', alias Ronaldo, estuvo más activo que el padre de Thiago, más conocido como Messi. 'CR7' se pegó a la banda y complicó desde los 58 segundos con un arranque explosivo que terminó en falta y, luego, en un tiro libre que despejó Pinto. Pero el luso tuvo que ser hombre orquesta dada la timidez de Ozil y el de-sorden de Callejón.

Messi, en cambio, no deslumbró en 45', pero estaba rodeado de mejores socios. Esos que auguran un buen negocio. Por eso, Iniesta se la pasó a Jordi Alba a los 12' y este definió como lateral. Luego volvió a aparecer 'CR7', que no llegó de cabeza a los 17'. Un minuto después, el travesaño devolvió el tiro libre de Xavi. Barcelona, como casi siempre, se empezaba a acomodar.

LLEGAN LOS GOLESDespués de que el francés Varane salvara de la línea un disparo de Xavi, tras horror de Carvalho, el Madrid despertó. A los 27', todos gritaron gol en un disparo de Benzema, y ocho minutos después Pinto se jugó la vida ante un centro venenoso. El Madrid anunciaba, y lo volvió a hacer en el inicio del complemento con una diagonal de Karim Benzema que acabó en un disparo elevado.

Pero Barcelona no iba a permitirse otra distracción. A los 49', Messi aprovechó un error en salida para habilitar a un Fábregas que no se puso nervioso para el primero. Cuando debía llegar el segundo, Fábregas (55'), Alves (62') y Pedro (72') perdonaron y dejaron vivo al equipo de Mourinho.

Entonces, las camisetas blancas emergieron. Alonso empujó, Essien empujó, pero el que no la pudo empujar fue 'CR7' a los 60' (sin marca) y a los 66' (gran salvada de Piqué). Higuaín mejoró al equipo y, a los 81', Raphael Varane se elevó antes que Fábregas y Piqué para destruir la sonrisa catalana. Una sonrisa que casi vuelve en el final, cuando Diego López le negó el tanto a Jordi Alba.

Empate, fútbol y fuerza repartieron su felicidad. Ahora, que venga la vuelta.