(Midjourney/Perú21)
(Midjourney/Perú21)

Hace unos días se anunció que la agencia calificadora de riesgo Standard and Poor bajó la calificación crediticia de la deuda a largo plazo en moneda extranjera de BBB a BBB-. Varios conceptos por precisar para entender el impacto de la decisión.

Primero, las agencias calificadoras de riesgo, una de las cuales es Standard and Poor, evalúan la capacidad de pago de la deuda de una economía y le asignan una nota; a mayor nota, mayor capacidad de pago y menor tasa de interés, y a menor nota, menor capacidad de pago actual y futura y mayor tasa de interés.

Segundo, a menor capacidad de pago, mayor tasa de interés cuando el gobierno o un banco solicita un préstamo a alguna entidad en el exterior. Si ese interés es más alto, internamente sube la tasa de interés activa, pues al banco le cuesta más conseguir dinero fuera del país.

Tercero, las economías se dividen en dos grandes grupos: aquellas con grado de inversión, entendiendo que, dentro de ese nivel, existen diversos escalones, y grado especulativo, que, en general, agrupa a aquellas economías con dificultades de pago.

Cuarto, si Perú tiene una de las deudas públicas (como porcentaje del PBI) más bajas de América Latina, entonces tiene capacidad de pago. ¿Por qué entonces ha caído la calificación de riesgo?

Quinto, el dinero que tiene una economía para pagar sus deudas proviene de los ingresos del gobierno. En 2023 experimentamos una recesión, por lo que los ingresos tributarios disminuyeron.

Sexto, Perú tiene un déficit fiscal, esto es, un exceso de gastos sobre ingresos del gobierno. En 2023 había una meta de 2% del PBI, pero el resultado fue 2.8%. No cumplimos la meta que nosotros mismos habíamos puesto.

Séptimo, el consejo fiscal, que es una entidad autónoma y técnica que evalúa la evolución de la situación fiscal de la economía, opinó que era un error no haber cumplido la meta. El ministro de Economía sostuvo que este 2024 tampoco se cumpliría con la meta. Entonces, el gobierno destituye al presidente del Consejo Fiscal.

Octavo, la razón exacta por la que le bajaron la calificación a Perú fue, de acuerdo con el comunicado de la agencia calificadora de riesgo, “un Congreso fragmentado y el limitado capital político del gobierno pesan sobre la confianza de los inversionistas”.

Noveno, en términos simples, esto puede significar que suba la tasa de interés que las entidades financieras cobran a sus clientes, sean grandes, medianos o pequeños. Ello afecta a la reactivación, creación de empleo y reducción de empleo.

Décimo, la mala política está pasando la factura a la economía. Un Congreso que solo ve por sus propios intereses y una presidenta con los problemas que todos conocemos.

Undécimo, en esas condiciones es evidente que el resultado de la turbulencia política e incapacidad de asegurar la recomposición de las cuentas del gobierno hacen dudar de la sostenibilidad futura y eso disminuye el escalón de calificación.

Duodécimo, dentro de los diversos escalones de la calificación, ahora estamos en el último escalón previo a salir de grado de inversión.

Sin ninguna duda, es una mala noticia; cuanto más lenta sea la reactivación, menor creación de empleo y, por ende, aumento de la pobreza. No verlo es querer tapar el sol con un dedo.

Perú21 ePaper,  y pruébalo gratis.

VIDEO RECOMENDADO

Daniel Robles: "Un contrato vencido implica un riesgo de desalojo"