Perdió  la cartera. (Foto: Minedu)
Perdió la cartera. (Foto: Minedu)

Después de conocerse que en la filtración, y probable venta, de la prueba docente habrían estado involucradas una congresista de Perú Libre y la hija del propio titular de Educación, Carlos Gallardo, la permanencia de este último al frente de un ministerio tan importante para el futuro del país debe terminar hoy mismo.

La Segunda Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima notificará al ministro para que responda a las denuncias el próximo miércoles 22.

Una gravísima acusación para quien, antes de asumir la cartera, compartió batallas callejeras y gremiales con el Conare senderista y hasta confirmó que le gustaría pertenecer a la Fenatep, el nuevo sindicato que agrupa a los exdirigentes del ala magisterial del Movadef.

El ministro, además, desde un principio se manifestó públicamente en contra de las pruebas que se les tomaban a los docentes para evaluar capacidades, contrataciones y determinar ascensos u otras mejoras en la carrera magisterial. Meritocracia, es decir.

Para este profesor, los aprendizajes escolares son lo que menos importan, pues su administración se ha enfocado únicamente en reivindicaciones sindicales, no solo pretendiendo facilitar el retorno de maestros desaprobados en los exámenes, sino, por ejemplo, convenciendo al colega presidente de realizar gastos elefantiásicos como esos 1,000 millones de soles que saldrán del erario –ya bastante debilitado– para pagar deudas antiguas a docentes, promesa electoral del mandatario a su gremio, la Fenatep.

Estamos pues ante una gestión totalmente negativa para nuestros escolares, pero también para los estudiantes universitarios, pues Gallardo no se ha mostrado nada firme ante el contraataque de las universidades bamba contra la Sunedu, todo lo contrario. Como informó Perú21, el ministro ha guardado un silencio cómplice incluso ante informes de su propio portafolio en contra del proyecto del lobby congresal de estas deplorables instituciones, que medraban estafando a jóvenes en busca de convertirse en profesionales.

Un desastre de gestión, pues, al que ahora, de comprobarse las denuncias, se añadiría el intento de sabotear la reforma magisterial filtrando, o vendiendo, los exámenes para desacreditar este sistema de evaluación. Insostenible su permanencia en el Minedu.