"El funcionamiento de los congresos supone el ejercicio colectivo -no individual- de la política, en función de los partidos"
"El funcionamiento de los congresos supone el ejercicio colectivo -no individual- de la política, en función de los partidos"

Para ser congresista se requiere estar afiliado a un partido político o ser invitado por este. Hasta 2021, las listas fueron cerradas y no bloqueadas, el voto por el partido determina cuántos escaños se le asignan, quiénes lo ocupan depende del voto preferencial, no al revés. Los partidos políticos que obtienen representación parlamentaria conforman grupos parlamentarios. No pueden conformar grupos diferentes quienes pertenecen al mismo partido. El diseño institucional mostraba la correspondencia entre partidos políticos y grupos parlamentarios. Así, los grupos parlamentarios en el Congreso estaban llamados a ser el espejo de los partidos que participaron en elecciones. Una interpretación que se normalizó permitió que se conformen nuevos grupos integrados por quienes renunciaron a sus grupos iniciales, en cuyas listas lograron un escaño. No es usual en otros Congresos que se formen nuevos grupos durante el periodo.

En 2016, hubo seis grupos; en 2019 los grupos se habían duplicado. La barrera legal, aquella que determina que solo accedan a la distribución de escaños los partidos que logren superar el 5% de votos a nivel nacional, tiene como objetivo reducir la fragmentación en el Congreso. Sin embargo, este propósito se desvirtúa cuando la fragmentación se da por otra vía. Así, se muestra una fisura en el diseño institucional por una incoherencia entre la Ley Orgánica de Elecciones y el reglamento del Congreso.

En el debate de la comisión de expertos en Chile, se ha visto en la fragmentación parlamentaria un problema del sistema político. Una de las propuestas respaldadas por un grupo de expertos es que la renuncia al grupo constituya una causal de vacancia en el cargo. En el Perú, esta consecuencia podría estar reñida con la prohibición de mandato imperativo. Sin embargo, podría optarse por limitar la conformación de nuevos grupos durante el periodo parlamentario. El funcionamiento de los congresos supone el ejercicio colectivo -no individual- de la política, en función de los partidos. Por este motivo, otras legislaciones no exigen un número mínimo de congresistas para conformar el grupo parlamentario, sino la pertenencia a un mismo partido político.

Al menos un tercio de los congresistas renunciaron a sus grupos parlamentarios en cada periodo legislativo. Las explicaciones están relacionadas con problemas de representación política ampliamente desarrollados en investigaciones. Si bien se trata de causas externas al Congreso, la regulación de los grupos parlamentarios puede contribuir a un juego más institucionalizado con incentivos adecuados.