[OPINIÓN] Milagros Campos: “Buenas noticias: Bicameralidad y reelección parlamentaria inmediata”. (Foto: Andina)
[OPINIÓN] Milagros Campos: “Buenas noticias: Bicameralidad y reelección parlamentaria inmediata”. (Foto: Andina)

El último jueves, el Congreso aprobó por dos tercios de votos el restablecimiento de la bicameralidad en el Perú. La votación debe repetirse en la siguiente legislatura que se inicia en marzo. Esta es una reforma que ha estado presente en la agenda pública y parlamentaria de manera recurrente. Ha contado con más de medio centenar de proyectos de reforma constitucional en 30 años de vigencia de la Constitución de 1993. En 2005 se aprobó por 74 votos. En 2009, por 69 votos. Sin embargo, no se convocó a referéndum confirmatorio, conforme a lo establecido en la Constitución. En 2018, se aprobó por 100 votos. En medio del conflicto entre Ejecutivo y Legislativo, el presidente llamó a votar en contra de esa reforma constitucional y el proyecto propuesto fue desaprobado en referéndum.

En el diseño aprobado, el Senado contará con un número de 60 y la Cámara de Diputados con 130. En ambos casos puede ser incrementado mediante ley orgánica. Se eligen por cinco años con criterios diferenciados y, aunque ambas cámaras legislan, controlan y representan, tienen atribuciones distintas. La mayor parte de los artículos modificados refiere a precisiones pues las referencias al Congreso han sido sustituidas por Senado, Diputados o ambas cámaras.

Tres reformas importantes acompañan este importante dictamen: la reelección parlamentaria inmediata, cuyos beneficios hemos reportado en otros artículos; la posibilidad de que los candidatos a la Presidencia o vicepresidencias de la República puedan ser simultáneamente candidatos a senador o diputado y la eliminación del voto de confianza obligatorio, de los nuevos gabinetes, manteniendo la exposición y debate sobre la política general del gobierno y las principales medidas que requiere la gestión ante la Cámara de Diputados. Quedan temas pendientes para el desarrollo legislativo posterior.

Pocas reformas tienen un impacto tan importante en el sistema político como las aprobadas. Entre los mayores beneficios de la bicameralidad están mejorar la representación política y la deliberación pública en la toma de decisiones. El optimismo que reflejan estas líneas, sin embargo, debe matizarse por dos razones: la primera porque esta reforma debe acompañarse de otras para mejorar el funcionamiento del sistema político. La segunda y más importante es que ninguna reforma por sí sola va a solucionar la crisis política si no hay un compromiso entre actores políticos y ciudadanía en general con la democracia.