[Opinión] Hernán Díaz: “13 mil millones y nadie dice nada”.
[Opinión] Hernán Díaz: “13 mil millones y nadie dice nada”.

Algo que he advertido innumerables veces es que, mientras los mal llamados políticos que hoy nos gobiernan se gritan unos a otros delante de las cámaras y almuerzan juntos detrás de ellas, el país se va en caída libre, los precios de los metales suben, pero los centros de explotación cierran, y el dinero que llena las arcas del Estado se va como agua entre los dedos; eso, en un país pobre como el nuestro, es un crimen de incalculable magnitud. Otra prueba de ello es que hoy al Perú se le están escapando 13 mil millones de soles, el 10% de los ingresos del país en un año. 

Eso es lo que está pasando como resultado de la reciente y controversial sentencia del Tribunal Constitucional que, en sencillo, prohíbe que Sunat, Tribunal Fiscal e inclusive el Poder Judicial cobren intereses moratorios en los supuestos en que el plazo para resolver se ha excedido. A simple vista, pareciera sensato que, si el órgano estatal por su ineficiencia no resuelve la controversia, el administrado no se vea afectado. Sin embargo, en la praxis jurídica suele suceder todo lo contrario.

El administrado utiliza todos los medios posibles para alargar el proceso con una sencilla razón: apalancarse del proceso para utilizar ese dinero no desembolsado a una tasa legal menor a la tasa del interés del mercado, sin mencionar también el valor del dinero en el tiempo. Si a eso ahora le sumamos que la controversial sentencia le otorga el carácter de precedente vinculante, abre las puertas a que cientos de deudores tributarios que se encuentran en medio de millonarios juicios o arbitrajes utilicen la sentencia para reducir considerablemente sus deudas.

Solo un recordatorio: el Estado se financia principalmente de tributos, los mismos que sirven para mejorar la vida de todos los contribuyentes. Tan importante como anchar la base tributaria y que cada día más gente salga de la sombra de la evasión para cumplir con sus obligaciones es que quien debe pague, en tiempo y oportunidad. Sin más.