Se debe pensar en medidas de asistencia directa como bonos extraordinarios para los beneficiarios de los programas Juntos, Pensión 65, Contigo y los pensionistas de la ONP que reciben pensiones debajo de una remuneración mínima vital, mencionó Morris. (FOTO:GEC)
Se debe pensar en medidas de asistencia directa como bonos extraordinarios para los beneficiarios de los programas Juntos, Pensión 65, Contigo y los pensionistas de la ONP que reciben pensiones debajo de una remuneración mínima vital, mencionó Morris. (FOTO:GEC)

Es evidente que nuestra está paralizada y las posibilidades futuras de crecimiento son bastante sombrías. Nuestro potencial de crecimiento se ha ido reduciendo de 5% anual hace un par de lustros alrededor de 2% en la actualidad.

Para lograr un mayor crecimiento necesitamos hacer reformas que aumenten nuestra productividad y fomentar la inversión privada (lo que requiere generar más confianza para cambiar las expectativas de los empresarios), ambas serían un milagro en el contexto político actual. Difícil ser optimistas en esta coyuntura.

La inflación, los conflictos sociales y los problemas climáticos han afectado fuertemente la capacidad adquisitiva de la población, particularmente la de los seis deciles más bajos de ingresos.

En el último año, desde el gobierno se propusieron dos programas para reactivar la economía, Impulso Perú y Con Punche Perú, que no han servido de mucho por problemas de implementación. No podemos permitir que se acrecienten las brechas sociales, el desempleo y la pobreza por la inacción gubernamental. Ante un desinterés del Gobierno y del Congreso para plantear y aprobar reformas y la inoperancia del sector público, lo que debe buscarse son medidas que ayuden a las personas a enfrentar la crisis: necesitamos dotar de recursos rápidamente a los que más los necesitan, que son los más afectados por la inflación.

Se debe pensar en medidas de asistencia directa como bonos extraordinarios para los beneficiarios de los programas Juntos, Pensión 65, Contigo y los pensionistas de la ONP que reciben pensiones debajo de una remuneración mínima vital; así como proveer recursos a las ollas comunes. Esto beneficiaría a 670,000 hogares del programa Juntos, más de 735,000 usuarios de Pensión 65 y Contigo y 3,355 ollas comunes en el ámbito nacional que atienden a cerca de 230,000 personas.

Igualmente, se pueden desarrollar rápidamente programas de empleo temporal a nivel nacional vinculados a trabajos de prevención requeridos para prepararse para el Fenómeno de El Niño (cavar zanjas, limpiar cauces de ríos, llenar sacos con arena, entre otros) y mantenimiento de caminos. También podemos fomentar subsidios a la planilla de las mypes para consolidar su formalización.

Hay mucho que se puede hacer y tenemos los recursos presupuestales para implementarlo sin afectar nuestra fortaleza fiscal. Además, cualquier dinero que se entregue a las personas incrementará sus ingresos disponibles, el consumo y la actividad económica, lo que parcialmente regresará al fisco como mayores impuestos. Arquímedes dijo “dame un punto de apoyo y una palanca lo suficientemente larga y moveré el mundo”. No creo que necesitemos un Arquímedes para reactivar nuestra alicaída economía, sino simplemente ponerle ganas e imaginación para dotar rápidamente de recursos a los más vulnerables y ojalá hacer algunas reformas.

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