“En sus 12 años de existencia, la Alianza del Pacífico ha alcanzado importantes resultados en sus distintos objetivos, avanzando progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios capitales y personas”. (Foto: GEC)
“En sus 12 años de existencia, la Alianza del Pacífico ha alcanzado importantes resultados en sus distintos objetivos, avanzando progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios capitales y personas”. (Foto: GEC)

La Alianza del Pacífico (AP) es un mecanismo de integración económica y comercial conformado por Chile, Colombia, México y Perú, que se creó el 28 de abril de 2011 tras la firma de la Declaración de Lima. Busca fomentar la libre movilidad de bienes, servicios, capitales y personas entre los miembros. Fue una propuesta del presidente García. No es un bloque ideológico y busca complementar otras iniciativas de integración regional. Aparte de sus miembros, tiene un estado asociado (Singapur) y 61 como observadores, tres de los cuales están interesados en asociarse.

En sus 12 años de existencia, la Alianza del Pacífico ha alcanzado importantes resultados en sus distintos objetivos, avanzando progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios capitales y personas; convirtiéndose en un referente internacional en materia de integración. En conjunto, la Alianza del Pacífico representa aproximadamente el 40% del PIB de la región, con una población cercana a los 230 millones de habitantes, que recibe casi el 40% de la inversión directa extranjera que llega a América Latina y atrae cerca de 56 millones de turistas cada año.

La AP es uno de los más exitosos esfuerzos de integración en la región, con logros muy importantes, incluyendo: la desgravación del 98% del comercio intrarregional, la integración de las bolsas de valores en el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), la creación del Consejo Empresarial de la AP, que es una iniciativa del sector privado para construir una agenda de trabajo con los gobiernos para facilitar los negocios, el compartir sedes de embajadas en ocho países, la realización de actividades de promoción comercial, de inversiones y turismo, la supresión de visas de turismo y de negocios entre los cuatro países, y el acuerdo de una Visión Estratégica de la AP para el año 2030, entre otros.

Lamentablemente, a raíz del cambio de gobierno en el Perú como resultado del autogolpe de Pedro Castillo, no aceptado por los presidentes de México y Colombia, se han nublado las perspectivas de corto plazo de la Alianza. Hoy parece iluso pensar en nuevas iniciativas para profundizar la integración entre sus cuatro países miembros, aunque parece poco probable que haya retrocesos en cuanto a acuerdos logrados por el impacto positivo en sus integrantes.

Es penoso que este proceso tan importante para la integración de nuestros países se vea afectada por diferencias ideológicas que no son permanentes, sino resultado de una coyuntura política que es muy fluctuante en nuestra región, mientras que lo que perdura son las demandas de nuestras poblaciones por una mejor calidad de vida, las que se beneficiarían de una Alianza más dinámica. Paciencia y buen humor en espera de tiempos mejores.