Si algunos pensaban que el candidato Pedro Castillo se iba a moderar desligándose de Vladimir Cerrón, se equivocaron por completo, señala el columnista.
Si algunos pensaban que el candidato Pedro Castillo se iba a moderar desligándose de Vladimir Cerrón, se equivocaron por completo, señala el columnista.

Si algunos pensaban que el candidato Castillo se iba a moderar desligándose de Cerrón, se equivocaron por completo. Empiezan nombrando a altos funcionarios cercanos al partido sin importar que tengan investigaciones abiertas, vínculos con el terrorismo o que no tengan ni las calificaciones ni la experiencia para el cargo.

Continúan atacando a la prensa impidiendo su acceso a las actividades oficiales y anunciando que recortarán los gastos de publicidad a los medios de Lima.

Adelantan los cambios en las cúpulas de las tres ramas de las Fuerzas Armadas que, generalmente, se realizan a fin de año.

Anuncian que los ronderos empezarán a patrullar las zonas urbanas, en un claro desaire a la Policía Nacional a la que obligan a darles la capacitación respectiva.

Amenazan con disolver el Congreso: “Si no dan el voto de investidura al gabinete Bellido, presentamos otro y si no lo aprueban, ‘chau’ al Congreso” (congresista Bermejo).

Después de solo 10 días, ¿alguien tiene alguna duda de hacia dónde estamos yendo? Están copando todas las instituciones del Estado, mediatizando a la prensa libre, creando fuerzas paramilitares y buscando cerrar el Congreso para gobernar vía decretos legislativos sin ningún tipo de contrapesos.

Es la tormenta perfecta y la intención de implantar una dictadura de izquierda califica como incapacidad moral permanente y la democracia tiene que activar los mecanismos de defensa AHORA antes que sea tarde.

El sobrenombre de “sombrero luminoso” con el que han bautizado en España al presidente Castillo refleja no solo el uso exagerado de una prenda de la colonia, sino el recuerdo de una etapa de caos que nunca pensamos volver a vivir.