Sumo Pontífice de la Iglesia Católica permanecerá en el Perú hasta el 21 de enero. (César Campos)
Sumo Pontífice de la Iglesia Católica permanecerá en el Perú hasta el 21 de enero. (César Campos)

Santiago Pedraglio

spedraglio@pucp.pe

Con haber escogido Madre de Dios como uno de los tres destinos para su visita al Perú –en realidad uno de sus dos destinos, con Trujillo, porque Lima, capital del país, es inevitable–, el papa Francisco quiere dar una clara señal de la importancia que le otorga a la Amazonía, a los pueblos amazónicos y al medio ambiente en general.

La Amazonía involucra por lo menos a ocho países de la región: Bolivia, Ecuador, Colombia, Guyana, Surinam, Venezuela, Brasil y el Perú. Esto significa que su visita a Puerto Maldonado (Madre de Dios) es la más “internacional” de las que hará en el Perú. Su presencia, sus palabras y sus gestos con referencia a esta inmensa región de América del Sur tendrán repercusión en todos los países directamente involucrados y en las personas que viven o trabajan en la amplia zona.

Es probable que Francisco apunte a consolidarse como interlocutor de los pueblos amazónicos originarios y de los colonos que habitan la Amazonía desde siglos atrás. La Iglesia católica tiene un antiguo vínculo con las poblaciones originarias por su defensa y la del medio ambiente, pero también, sobre todo en el pasado, ha desconocido la identidad, las creencias y la riqueza cultural de estos pueblos.

Es de esperar que la visita de Francisco a Madre de Dios represente un llamado y una reflexión “sobre el cuidado de la casa común”, como llama la Encíclica Laudato Sí a la deuda con la Amazonía: “Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla”.

Es de esperar también que Francisco, así como seguramente reconocerá las virtudes de esas tierras y denunciará las tropelías contra ella –tala y minería ilegales, trata, narcotráfico–, sepa otorgarles el valor necesario a los grandes guardianes de la Amazonía, que están entre los pueblos originarios, los colonos y los empresarios responsables.