Todo esto es obra del Anticiclón del Pacífico Sur; que además está debilitando las ondas de agua caliente, señala el columnista. (Foto: GEC)
Todo esto es obra del Anticiclón del Pacífico Sur; que además está debilitando las ondas de agua caliente, señala el columnista. (Foto: GEC)

Una fuerte caída en el calentamiento del mar en la región del Océano Pacífico frente a la costa donde se mide la magnitud de El Niño Costero viene observándose.

De hecho, al haber ya transcurrido una semana de diciembre, El Niño Costero viene exhibiendo valores propios de un evento moderado. Esta sin duda es una gran noticia para el norte del país y para la costa en general; pues aleja – bastante – la posibilidad de ver diluvios y huaicos en nuestros valles que vierten sus aguas en el Pacífico.

El sistema de vientos que gobierna el clima costero –y sobre el cual este periódico se ha referido infinidad de veces– llamado Anticiclón del Pacífico Sur está detrás del actual debilitamiento del calentamiento del mar, que todavía podría profundizarse aún más.

A partir de agosto, y tras permanecer desde febrero esencialmente colapsado y sin mayor influencia en el clima de la costa, el resurgimiento del Anticiclón ha sido el causante de dos hechos importantes que no solo han debilitado al Niño Costero, sino más aún, podrían perfectamente suprimir el peligro de diluvios para el norte el próximo verano: las temperaturas del mar en el litoral se han normalizado en términos generales y la data satelital revela –inclusive– que la franja costera propiamente está más fría que lo habitual. Se nota en el aire. Agosto empezó más cálido que diciembre en Lima y Callao.

Tras haber alcanzado El Niño Costero una anomalía o calentamiento inusual de la región del océano donde lo medimos que sobrepasó los 3.6 °C el 8 de agosto, el día 7 de diciembre – cuatro meses después— el valor ha descendido a 1.3 °C.

Dada la variabilidad de los valores día a día; en el estudio de este fenómeno nos interesan los valores semanales, mensuales y estacionales. Con ese propósito, hemos establecido escalas para cuantificar la magnitud de El Niño Costero: entre 0.4 °C y 1.0 °C se está en un evento débil; entre 1.0 °C y 1.7 °C en un evento moderado; entre 1.7 °C y 3.0 °C en un evento fuerte; y sobre 3 °C en uno extraordinario.

La calificación final la dará el promedio más alto de tres meses consecutivos de mediciones. Este evento calificó en invierno como fuerte. Ya no regresaremos a eso.

Todo esto es obra del Anticiclón del Pacífico Sur; que además está debilitando las ondas de agua caliente –conocidas como Kelvin cálidas– que aún avanzan en dirección a Sudamérica por debajo del Pacífico Ecuatorial.

Una mirada al resto del año indica, con vaivenes, que el anticiclón seguirá soplando inclusive cuando ingresemos a 2024.