La presencia del brillo solar, tan esquiva en un invierno o una primavera típicas, seguirá acompañándonos, señala el columnista. (Foto: Natalia Queirolo)
La presencia del brillo solar, tan esquiva en un invierno o una primavera típicas, seguirá acompañándonos, señala el columnista. (Foto: Natalia Queirolo)

El próximo martes 22, a las 8:31 de la mañana, los rayos solares caerán verticalmente sobre la línea ecuatorial. Es el equinoccio de primavera para el hemisferio sur, donde se ubica nuestro territorio nacional.

Esa fecha, la noche y el día durarán 12 horas para todo el planeta. A partir de entonces, los peruanos empezaremos a notar que nuestras noches son más cortas y nuestros días más largos. Eso será más evidente mientras más al sur nos encontremos. De hecho, en el polo sur empieza un periodo continuo de seis meses con el sol sobre el horizonte.

Regresando al Perú y al clima en particular, este fin de año nos acompaña La Niña. Una versión entre débil y moderada de este evento promete traer un clima fresco en la costa y más lluvias que lo habitual en la sierra sur y central por lo pronto.

Como ha venido siendo el caso en este extraordinario 2020 en la costa peruana, la presencia del brillo solar, tan esquiva en un invierno o una primavera típicas, seguirá acompañándonos.

El mar peruano está más frío que lo habitual. Estamos cerca de que La Niña sea, además, costera. A diferencia de El Niño costero, aquella no trae lluvias en la costa. Trae aire más fresco que puede ser bienvenido.