[OPINIÓN] Richard Arce: “Un estridente presidente para Argentina”. (Foto de Luis ROBAYO / AFP)
[OPINIÓN] Richard Arce: “Un estridente presidente para Argentina”. (Foto de Luis ROBAYO / AFP)

Hay un nuevo presidente en Argentina, Javier Milei, y lo primero que se debe hacer es saludar su elección y el proceso democrático que se ha dado, resaltando el reconocimiento inmediato del contendor Sergio Massa, como un gesto a la altura de un demócrata que respeta los resultados electorales y saluda al adversario en contienda. Algo muy distinto a lo acontecido en el Perú, donde en las dos últimas elecciones, Keiko Fujimori no solo no reconoció los resultados electorales, sino que acusó de fraude y armó un kilombo, como dicen los argentinos, que al final le sirvió a Pedro Castillo para que se victimice.

El problema es la polarización en Argentina, que deja esta elección en medio una profunda crisis económica, con inflación mensual del 140% y un Banco Central quebrado, porque ya no tiene reservas y, peor aún, con el indicador en negativo por 12 mil millones de dólares, que deja como herencia el kirchnerismo, sumado a la corrupción del gobierno que le ha pasado factura ahora en la elección a Massa.

La preocupación con la elección de Milei es la incertidumbre del país, porque no se sabe qué medidas tomará entre las idas y venidas de campaña. Por lo pronto se sabe que va a privatizar la petrolera YPF y la Televisión Nacional. Este escenario de crisis económica obliga al presidente electo a tomar medidas audaces que le permitan al país salir de la espiral inflacionaria. Se requiere de ponderación y, sobre todo, sentido común para buscar consensos amplios para implementar las reformas que requiere el país, pero conociendo la personalidad de Milei es improbable una moderación; sus sesgos y aversiones han dominado los mensajes de la campaña.

Es evidente que el triunfo electoral de Milei es una consecuencia de las negligencias y la corrupción de los gobiernos de izquierda, que han predominado en las últimas décadas en Argentina.

Va a ser difícil que el Plan Milei se implemente, porque no tiene mayoría en el Parlamento, así se una con toda la bancada de Juntos por el Cambio de Bullrich, porque en el propio partido hay varios sectores y parlamentarios electos que se plegaron a la opción de Massa, por tanto, tendrá que buscar los votos en las minorías representadas para implementar alguna de sus propuestas para eliminar las castas y encumbrar a Argentina en la cima mundial.