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Redacción PERÚ21

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Nano Guerra García,Opina.21nano@somosempresa.com.pe

De la indignación al asombro. Tras escuchar al ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, decir que tenemos una policía eficiente, pasamos luego a la renuncia del director general de la Policía, Raúl Salazar.

Más allá de las torpezas políticas, el Gobierno, después de cobrarnos impuestos y crear medidas cada vez más coactivas, no hace su trabajo: brindarnos seguridad.

Si se paga por una guardianía y le roban la casa, se despide al guardián. En nuestro caso, no solo sucede esto, sino que, encima, el guardián le dice a usted que debe 'mojarse' con más dinero para ser utilizado en otras obras. En términos reales, esto es una estafa.

Nuestro gobierno es rápido y bueno para cobrar tributos, pero no dedica recursos para proteger la propiedad privada y las transacciones de los que se esfuerzan y sacan adelante al país.

Los emprendedores usamos la razón para sobrevivir. Producimos para intercambiar libremente en un ambiente de confianza, pero eso es imposible hoy en el Perú. De un lado hay cargas y trámites burocráticos y, del otro, una inseguridad creciente. Una combinación que desanima a cualquiera.

Si en una sociedad reina la impunidad para el que se apropia de lo no creado, si el que emprende es solo objeto de saqueo institucional y criminal, empieza la debacle.

Pero, ¿por qué está ocurriendo esto? Esta es una pregunta que responderé la próxima semana. Mientras, cuídese, porque nadie lo hará por usted.