Infecciones gastrointestinales

Las infecciones agudas del aparato digestivo pueden afectar solo el intestino, solo el estómago, o ambos; que es lo más frecuente. Tienen diferentes denominaciones: diarrea aguda, gastroenteritis, enterocolitis, etc. Afectan a cualquier edad, desde el neonato hasta el anciano, pero son los niños los que las padecen más frecuentemente. Los síntomas son diarrea, vómitos y dolor abdominal; pudiendo o no haber fiebre.

Se considera diarrea cuando las heces contienen mayor cantidad de líquido que lo normal, siendo: líquidas, o semilíquidas, más o menos abundantes, con diferente frecuencia diaria. Si son más frecuentes que lo usual, pero mantienen su consistencia normal, no es diarrea. Varían de color, entre el marrón y más claras, o verdosas. Hay la creencia equivocada de que el color verde de las heces significa infección bacteriana.

Lo que se aconseja hacer en estos casos es buscar atención médica pronto y, según la indicación del profesional, llevar una muestra a un laboratorio para determinar si el origen es por infección viral, bacteriana o parasitaria. La diarrea también puede ser causada por alguna toxina de comida guardada, y los que han ingerido ese alimento la presentarán.

Hay que tener en cuenta que el problema es la pérdida anormal de líquidos y electrolitos, por lo que se debe beber los “sueros orales” que expenden las farmacias y que contienen electrolitos. Otra medida importante es dar una dieta blanda al paciente, suspendiendo los alimentos que contengan fibras, como frutas y vegetales verdes, hasta que pueda ser visto por un médico.

Pero si los vómitos y diarrea son muy severos, se debe acudir a alguna emergencia hospitalaria porque puede requerir de hidratación endovenosa.
Dependiendo de la causa, se administrarán o no antibióticos, lo cual se determina según lo hallado en el examen de laboratorio. Si la causa de la infección es viral, los antibióticos serán dañinos y pueden empeorar el cuadro. En cambio, si son por bacterias, sí son necesarios y prescritos por el médico.

Lo peor que se puede hacer es dar un antibiótico sin conocer la causa de la infección. En nuestro medio suele haber diarreas parasitarias por la Ameba histolítica y por la Giardia lamblia, que requieren de tratamiento específico. La presencia de sangre en pequeñas cantidades en las heces suele deberse a la rotura de pequeños vasos sanguíneos rectales. Solo si la deposición es francamente sanguinolenta amerita atención inmediata.