Gino Pomar: Persiguiendo una clasificación

Una de las noticias más alentadoras para Alianza Lima en los últimos 12 años ha sido poner fin a esa larguísima mala racha sin triunfos en Copa Libertadores –30 cotejos sin ganar–, cuando hace pocos días venció a Libertad de Paraguay en el mismo Defensores del Chaco. Antes, había empatado en casa ante Paranaense de Brasil.

Es hora de, sin esa pesada mochila, intentar caminar más ligero para conseguir nuevas victorias que lo acerquen a la siguiente fase de este torneo y sea otro sueño hecho realidad.

El ‘Látigo’ Sabbag (va rápido y golpea seco), el ‘Pirata’ Barcos y Zambrano serán muy importantes para este logro; claro, junto a Cueva, que para eso lo trajeron. Es que, hoy por hoy, ‘Aladino’ tiene que aparecer. El creador de la selección nacional en la era Gareca tiene que olvidarse de dimes y diretes fuera del campo y volver a su nivel para este Alianza Lima, que lo requiere para trascender y que es puntero absoluto de la Liga 1.

Mención especial merece el técnico Guillermo ‘Chicho’ Salas, por el gran trabajo que viene realizando con un plantel de figuras y de otros que buscan serlo; con ellos logró hacer un equipo cohesionado donde ninguno escatima en esfuerzos a la hora de marcar y que van sólidos en ataque.

Si ‘Chicho’ fuera extranjero ya se hablaría de que está casi listo para irse a ligas como la española o la italiana, pero no, ‘Chicho’ pisa tierra firme en Matute y no se marea. Sabe, como dice un viejo refrán italiano, que quien va despacio, va seguro; y quien va seguro, va lejos: “Chi va piano, va sano; chi va sano, va lontano”.

Por otro lado, Universitario, enchufado en la Copa Sudamericana, ganó en Argentina como no lo hacía hace más de medio siglo y salvó un punto en casa ante el difícil Goiás. No hay brasileño malo.

El uruguayo Fossati agarró casi el mismo equipo que dirigió Compagnucci –pero con discretos resultados– y supo darle vuelta a casi todo lo malo que encontró: Herrera, Valera y Succar volvieron por la senda del gol y la ‘U’ comenzó a entender a qué jugaba.

No pasa lo mismo con Sporting Cristal, que después de clasificar a fase de grupos de Libertadores parece que perdió el aliento y el alma. Tampoco con Melgar de Arequipa, que luce cansado; y mucho menos con César Vallejo, que solo cosecha derrotas. Pero esto aún no ha terminado.

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