Comisión de Transportes aprueba insistencia de la llamada 'Ley Mulder'. (Mario Zapata/Perú21)
Comisión de Transportes aprueba insistencia de la llamada 'Ley Mulder'. (Mario Zapata/Perú21)

La iniciativa de Mauricio Mulder para prohibir el anunciaje estatal en los medios privados de comunicación casi no fue debatida, fue irregularmente exonerada del trámite reglamentario, pero aun así fue aprobada al caballazo en la Comisión Permanente. Luego, como correspondía, el proyecto fue observado por el Ejecutivo.

Ayer, nuevamente fue aprobada al grito de “¡mermelada!” sin debate y al caballazo en la Comisión de Transportes por los fujimoristas y el Apra, mientras el jefe de comunicaciones del Congreso trataba de explicar por qué necesita 100 personas si el Congreso solo tiene una cuenta de Facebook, una de Twitter y casi no necesitará contenido pues tampoco podrá gastar en publicidad.

La ley Mulder no tiene cifras que la sustenten ni presenta alternativa a los canales de comunicación prohibidos. Internet y los medios estatales no son alternativas viables. ¿Sabe Mulder que las campañas de vacunación se anuncian por radios locales en las regiones, que es el único canal de información de millones de peruanos y que esas radios también son privadas?

Claro que sí, pero su objetivo es otro.
Según Mulder, la ley busca “evitar que el Estado influya en la determinación del pensamiento libre que debe fluir en la prensa”. ¿Qué es “pensamiento libre” para Mulder? ¿Ese que no da cuenta de que Alan García –pese a repetir cual mantra que quien no la debe no la teme– pidió tres veces remover al eficiente fiscal Pérez de su caso? ¿O quizá el que solo le hace preguntas bonitas a Galarreta y no menciona televisores, flores, troll centers, financistas de la campaña de su jefa empleados en el Parlamento, socios narcos o montesinistas a cargo de la seguridad del Congreso?

¿Apostamos a que la van a debatir el mismo día y a la misma hora de la inauguración del Mundial?