En Perú, 629,212 viviendas cuentan con techos precarios, señala la columnista.  Fotos: Cesar Campos / @photo.gec
En Perú, 629,212 viviendas cuentan con techos precarios, señala la columnista. Fotos: Cesar Campos / @photo.gec

No, esta columna no tratará sobre un tema político, aunque muchos se encuentran precisamente temblando por lo que se les viene (ejem… sentencias, por ejemplo), sino que les compartiré algunas cifras relevantes para prestarle la debida atención a la gestión de riesgos de desastre y, en particular, a la prevención antisísmica con motivo del fuerte temblor de la semana pasada.

Como es natural, el miedo que se sintió no es injustificado. Especialmente, para el 35.7% de limeños y el 34.3% de chalacos que respondieron en la encuesta de Lima Cómo Vamos que su vivienda es insegura ante un sismo de gran magnitud. Como es obvio, la mayor sensación de inseguridad y desprotección la tienen las personas que viven en situación de pobreza y desigualdad al encontrarse frente a mayores vulnerabilidades. En Perú, 629,212 viviendas cuentan con techos precarios; de estas, el 9% se concentra en Lima y un 1% aproximadamente está ubicada en el Callao. Además, más de 400 mil viviendas en todo el país tienen paredes construidas con un material precario y unas 63,929 de las mismas se ubican en Lima mientras que en el Callao se encuentran 5,548.

Los sismos no son lo único a lo que le tenemos miedo; los huaicos también se consideran parte de los riesgos y, en el caso del Callao, casi el 50% de la población reconoce que su vivienda es insegura frente a inundaciones. Por su parte, existen riesgos generados por las personas y por la vida urbana en sí misma. Los riesgos asociados a zonas de aglomeración, a incendios y ni qué decir de los tan cotidianos siniestros de tránsito que van acabando uno a uno con nosotros.

MIRA: Keiko Fujimori se presentó ante sus seguidores en la Plaza Bolognesi

Resulta importante comprender la magnitud de las vulnerabilidades que enfrentamos y cómo el cambio climático, las emergencias sanitarias (como la pandemia que estamos viviendo) nos deben obligar a generar ciudades más resilientes. Sin embargo, estamos lejos de este escenario pues solo un 6% de limeños y un 11% de chalacos considera que uno de los problemas que más afecta su calidad de vida es la falta de prevención ante desastres.

Un reporte de Lloyds de 2015 indica que un gran terremoto en Lima causaría la pérdida total de US$35,53 mil millones. Eso es casi el 11% de PBI. Ahora que a muchos les interesa la economía, quizá podrían mirar este gran pendiente y propiciar una inversión paulatina pero firme que nos permita vivir sin miedo.

Un cambio de enfoque urbano se hace necesario y es urgente. Políticas que tengan en cuenta una mirada territorial y que incorporen herramientas de uso y gestión de suelos desde una planificación urbana equilibrada y justa. No podemos arriesgarnos más tiempo pues no tendremos tiempo. Evitemos la muerte de muchos, en nuestras manos está.

VIDEO SUGERIDO

Juzgado de Lima declara inadmisible hábeas data
Juzgado de Lima declara inadmisible hábeas data