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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

En ese caso, la violencia inevitablemente se incrementará y se irá de las manos.

Así tenemos que desde hace semanas estamos presenciando a diario violentos actos propiciados por algunos sindicatos oponiéndose a la reforma del Servicio Civil, la cual finalmente se ha promulgado. Durante ese tiempo la Policía, usualmente, se ha hecho a un lado para tratar de evitar enfrentamientos innecesarios. Sin embargo, el grado de violencia ha continuado aumentando.

Más aún, la impunidad de la que parecían gozar los que estaban protestando ha incentivado a otros grupos que también están demandando algo al salir a bloquear carreteras e impedir el libre tránsito del resto de ciudadanos. Entre otros, los afectados por el proyecto Parque Rímac han cerrado la Vía de Evitamiento, mientras que en Barranca la población bloqueó la Panamericana Norte y el incidente terminó con varios de ellos abaleados. Asimismo, estudiantes marchando contra el intento del Congreso de intervenir en las universidades confrontaron violentamente a la Policía tratando de llegar al Legislativo para pedirles explicaciones a los parlamentarios.

Al final, todos aquellos que tienen algo que reclamar han dejado de lado la necesidad de dialogar o han descartado de plano el recurrir al Poder Judicial, simplemente queman llantas y destruyen todo a su paso para tratar de lograr lo que están buscando.

Incluso, envalentonados, el número de manifestantes se ha ido incrementado, dando con ello la impresión de un Gobierno intimidado. Lo que a su vez provocará que nuevos grupos salgan a protestar, es la de nunca acabar. El asunto se puede tornar bien dramático si no se pone orden rápido.