Pentágono no confirma versiones de muerte de cabecilla del Estado Islámico

James Mattis, secretario de Defensa de EE.UU., señaló que el gobierno no tiene pruebas de la muerte del cabecilla del Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, cuyo deceso fue informado esta semana por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y semanas atrás por Rusia.

En una conferencia de prensa en el Pentágono, Mattis manifestó que "si lo supiéramos se lo diríamos. Ahora mismo no puedo ni confirmarlo ni negarlo".

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"Nuestro enfoque es suponer que está vivo hasta que se demuestre lo contrario, y ahora mismo no puedo demostrarlo", declaró el jefe del Pentágono. "Iremos tras él hasta que desaparezca", agregó.

El martes pasado una fuente del Departamento de Defensa indicó a la agencia Efe que el Pentágono no tenía confirmación de la muerte del cabecilla del grupo islamista por el que EE.UU. ofrece una recompensa de 25 millones de dólares para cualquiera que otorgue una pista que lleve a su captura.

Esta semana, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos anunció que había confirmado el fallecimiento de Al Bagdadi por medio de fuentes que incluyen "cabecillas de primera y segunda fila del Estado Islámico", originarios de Deir al Zur (Siria).

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El Observatorio Sirio de Derechos Humanos no explicó la manera ni la fecha en que murió Al Bagdadi y se limitó a señalar que estuvo en los últimos tres meses en un pueblo del este de la provincia nororiental siria de Deir al Zur, en la frontera con Iraq.

Cabe precisar que Al Bagdadi ha sido dado por muerto o herido en numerosas ocasiones en Iraq y Siria.

Igualmente, el pasado 16 de junio, el Ministerio ruso de Defensa señaló que Al Bagdadi podría haber muerto el 28 de mayo en un bombardeo de la aviación rusa al sur de la ciudad de Al Raqa, bastión de los extremistas en Siria, lo que hasta ahora ninguna otra fuente ha podido corroborar.