Carlos de Gales. (Foto: AFP)
Carlos de Gales. (Foto: AFP)

A finales de febrero, la reina Isabel II del Reino Unido se mudaba al castillo de Windsor para pasar la pandemia de coronavirus. Poco después se comunicaba que la soberana no volvería a la que ha sido su residencia durante sus 70 años de reinado, el palacio de Buckingham, y que se quedaría a vivir en la casa donde tradicionalmente ha pasado las vacaciones de verano.

El palacio londinense pasará a ser la vivienda habitual de Carlos de Gales y Camila de Cornualles cuando el príncipe sea coronado rey. El matrimonio, que entonces abandonará Clarence House para instalarse en un ala de Buckingham, ya ha comenzado a reformar el palacio con unas obras que durarán hasta el 2027 y que costarán unos 450 millones de dólares aproximadamente.

Palacio de Buckingham

Construido en 1703, la edificación fue diseñada como residencia privada para el primer duque de Buckingham. En 1761 Jorge III compró la propiedad y la convirtió en la residencia privada de la reina Carlota y en 1837 fue la casa de una de las monarcas más conocidas del Reino Unido: la reina Victoria.

Con 775 habitaciones, 760 ventanas y 1.514 puertas, el palacio sobrevivió a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y cuenta con el jardín privado más grande de Inglaterra, un helipuerto y un lago. Pese a la majestuosidad del Buckingham, la reina Isabel II solo ha usado para vivir seis de sus ambientes: su dormitorio, un vestidor, un baño, una sala estar, la sala de audiencias y la sala Imperio.

Palacio de Buckingham. (Foto: AFP)
Palacio de Buckingham. (Foto: AFP)

Castillo de Windsor

La residencia de verano de Isabel II también irá a parar a manos de Carlos de Gales cuando ella fallezca. Es la fortaleza habitada más antigua y de mayor tamaño del mundo y ha sido el hogar de 39 monarcas. En su capilla se encuentran los restos mortales de miembros de la familia real británica como la princesa Margarita, la reina madre y el duque de Edimburgo, fallecido en abril de 2021.

En 1992 Windsor sufrió un incendio que causó daños valorizados en 39 millones de dólares. Aquel año fue calificado por la reina como Horribilis, ya que, en solo unos meses, la familia real británica vivió el divorcio de la princesa Ana, el del príncipe Andrés y la publicación de la biografía de la princesa Diana donde se revelaba el romance de Carlos y Camila. Un mes después, anunciaron su separación.

Castillo de Windsor. (Foto: AFP)
Castillo de Windsor. (Foto: AFP)

Highgrove y Clarence House

Estas no serán las únicas casas que tendrá el futuro rey del Reino Unido. Se espera que mantenga Highgrove, la casita de campo en Gloucestershire, y Clarence House, su residencia actual y donde se había previsto que viviera el príncipe Enrique, algo que tras su marcha a EE.UU. ya no se espera.

El heredero al trono conservará también Birkhall, parte del castillo escoces de Balmoral que le dejó su abuela en 2002 y que se dice podría convertirse en un museo cuando la reina muera. Es la que más recuerdos le trae a Carlos, ya que ahí pasaba sus veranos cuando era niño. Camila y él disfrutaron de su luna de miel en dicha residencia. También la ocuparon durante los primeros meses de la pandemia.

Carlos de Gales en Clarence House. (Foto: AFP)
Carlos de Gales en Clarence House. (Foto: AFP)