(Reuters)
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Redacción PERÚ21

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Las fuerzas del gobierno y los rebeldes realizaron ataques en distintas partes de Siria el sábado, con resultado de al menos nueve muertos, al intensificarse la violencia que ha dejado en duda un .

Los hechos violentos ocurrieron mientras el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se preparaba para someter a votación una resolución que autoriza el despliegue de la primera ola de observadores militares de la ONU para supervisar el alto al fuego entre el gobierno sirio y combatientes de la oposición.

Los combates más cruentos se reportaron en la ciudad central de Homs, donde las fuerzas del régimen abrieron fuego de artillería contra vecindarios controlados por los rebeldes. Los insurgentes lanzaron granadas impulsadas por cohetes en una zona de residentes leales al régimen.

En Alepo, la ciudad más grande de Siria, los efectivos del régimen abrieron fuego contra dolientes durante un funeral, mientras que los rebeldes armados emboscaron un vehículo que transportaba soldados en la provincia meridional de Dará.

Ambos bandos se han acusado mutuamente de hechos violentos esporádicos desde el jueves, cuando entró en efecto la tregua. Pero los reportes del sábado, sobre el uso de armas más pesadas, sugieren que el alto al fuego es violado cada vez con más frecuencia.

Desde que entró en vigor la tregua negociada por el enviado internacional Kofi Annan, exsecretario general de Naciones Unidas, se habían reportado muchas menos muertes que las registradas en la serie diaria de enfrentamientos y bombardeos que antecedieron el cese al fuego.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, grupo con sede en Gran Bretaña, dijo que el bombardeo del sábado por la mañana duró alrededor de una hora y agregó que un civil murió, la primera baja en un ataque desde que comenzó la tregua. Indicó que posteriormente otra ola de rondas de mortero hizo blanco en varios vecindarios durante el día.

El régimen restringe el acceso de los observadores extranjeros, entre ellos periodistas, lo que dificulta la verificación independiente de reportes de violencia.