Votantes hacen cola en un local electoral en el Cairo. (AP)
Votantes hacen cola en un local electoral en el Cairo. (AP)

Redacción PERÚ21

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Todo en calma. Los egipcios acuden hoy a las urnas por segundo día consecutivo para elegir libremente a su presidente por primera vez en seis décadas de gobierno respaldado por militares, gracias a la revuelta popular del año pasado que derrocó a Hosni Mubarak del poder.

Los comicios marcan un momento decisivo para Egipto, cuyos 50 millones de votantes podrían resolver dotar a la nación árabe más populosa de un presidente islamista durante los próximos cuatro años, al igual que el Parlamento dominado por islamistas que fue electo previamente.

Pero candidatos seculares como el ex jefe de la Liga Arabe Amr Moussa y el último primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq, también tienen una oportunidad de ganar.

Muchos votantes han expresado su decepción por el desempeño del Parlamento, donde el partido de los Hermanos Musulmanes tiene el bloque mayoritario.

Pero alarmados por el aumento de la criminalidad, el desorden y los problemas económicos de los últimos 15 meses, algunos favorecen a un hombre con experiencia de gobierno o contacto con los militares, aunque ello los remonte a la era de Mubarak.

Numerosas filas se formaron afuera de las estaciones electorales bajo el sol abrasador, con muchos votantes decididos a no perder la oportunidad de influir en la primera ronda. El Gobierno declaró el jueves un día festivo para permitir que los funcionarios estatales fueran a sufragar.

"Llegué ayer y me pareció muy lleno de gente así que vine hoy", dijo Khaled Abdu, un ingeniero de 25 años, en El Cairo. "Tengo que participar en la elección del presidente y espero que esto conduzca a la estabilidad y al cambio necesario", afirmó.