Redacción PERÚ21

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Con fuertes quemaduras en la pierna y con el brazo a punto de ser amputado quedó un niño de diez años tras sufrir una fuerte descarga eléctrica, luego que intentara trepar por una malla de seguridad para recuperar su pelota de fútbol. El hecho ocurrió en el poblado de San Buena Ventura, en Huánuco.

Según contó el menor, lo último que recuerda es haber intentado salvar el balón, que traspasó las rejillas electrificadas de la empresa Hidrandina mientras jugaba con un grupo de amigos en una canchita de fútbol. Sin embargo, la travesía por una cura recién comenzaba ahí.

Debido a que su pueblo solo cuenta con posta médica, los familiares del niño tuvieron que trasladarlo caminando durante seis horas hasta el poblado de Condorgaga, lugar donde no lo pudieron atender. Luego, dos horas por tierra hasta llegar a Huacrachuco, cuatro horas a Siguas y finalmente 12 horas de camino hasta llegar a Chimbote.

Sin embargo, tampoco ahí lo recibieron, por lo que viajaron hasta el , en Lima, donde también le negaron la atención. Finalmente, fue en el hospital Almenara donde recibieron al menor, pero ya era muy tarde para salvar su extremidad.

El pequeño espera la operación en la clínica Virgen de las Mercedes, mientras la empresa dueña de los cables eléctricos corre con los gastos. La familia del menor pidió ayuda para la recuperación física y psicológica del niño.