Foto: David Vexelman.
Foto: David Vexelman.

Redacción PERÚ21

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Patricia Kadenapkadena@peru21.com

señala que, después de las presentaciones de José Peláez y de César San Martín en el Congreso, está más convencido de que el proceso que empezó con el caso del periodista Rudy Palma y que siguió con el 'chuponeo' telefónico a está torcido. En esta entrevista habla de ese y otros temas.

La popularidad del presidente Humala cayó 12 puntos. ¿Cuál es su lectura?No es grave porque todavía tiene una aceptación bastante alta. Lo preocupante es la tendencia, la curva está hacia abajo de manera decidida, y lo que pasa es que al Gobierno se le está acabando la luna de miel y no tiene logros materiales que exhibir. Si bien ha iniciado sus programas sociales, por ahora la gente no percibe el beneficio de eso.

Los conflictos sociales han contribuido con ese bajón. ¿Por qué es tan difícil manejar estas situaciones?Hay que poner algo en claro: los conflictos sociales no son la razón del bajón, sino el mal manejo de estos. En una sociedad democrática siempre va a haber conflictos…

La sensación que hay es que al Gobierno se le están yendo las cosas de las manos…Los conflictos no es que hay que terminarlos, hay que administrarlos. Ahora, si es que los administras mal y a raíz del conflicto terminas teniendo una situación peor de la que había antes, ahí sí te pasan la factura.

¿Qué tendría que hacer el Ejecutivo para manejar mejor los conflictos sociales?Veo con mucha pena cómo la oficina del primer ministro se ha convertido en la oficina de conflictos sociales, y ese no es el rol que la Constitución le fija al premier. Los ministros tienen que administrar sus conflictos, y el que no puede tiene que salir.

Unos dicen que Valdés debe quedarse, otros piden que se vaya. ¿Usted qué piensa?Tal como han diseñado los deberes del primer ministro, tiene corta vida, porque si lo van a poner a resolver todos los conflictos, su vida útil se va a acortar enormemente… Creo que tiene todavía espacio para seguir, no creo que se haya agotado aún, pero sí salió un poco chamuscado con el problema del cambio de los ministros Lozada y Otárola y tantos conflictos sociales.

Hechas las explicaciones de los titulares del Ministerio Público y del Poder Judicial sobre el 'chuponeo' telefónico al congresista Galarreta, ¿le quedan claras las cosas?Ahora sí tengo clarísimo que todo esto es rarísimo… Hoy, que hemos revisado desde el caso Galarreta hacia atrás, no veo un solo indicio que indique que haya más personas involucradas en el caso del periodista Rudy Palma y, más bien, al haber tratado este caso como crimen organizado, les ha permitido invadir el secreto de las comunicaciones de otras personas, entre ellas, el de un congresista de oposición al que debe de haber sido muy interesante escucharle sus conversaciones, más aún si estamos en vísperas de la elección de los miembros del BCR, de la Mesa Directiva.

Por suerte no encontraron números de otros parlamentarios…Así es. ¡Y la torpeza con la que se ha manejado todo este proceso! Desde citaciones falsificadas hasta apresurados pedidos de interceptación telefónica, que son aprobados en cuestión de horas…

Y con mentiras de por medio por parte del fiscal Peláez…Mentiras de por medio y silencios cómplices de altísimos funcionarios de este gobierno, como el señor Abugattás, que sabía de todo esto y se quedó callado. Y, claro, no podemos decir que el señor Abugattás esté muy apenado con lo que le está pasando a Perú21. Debe de ser una de las pocas personas que está contenta.

¿Cree que Abugattás fue cómplice en este caso?Definitivamente lo fue en el caso del 'chuponeo' a Galarreta. Ahora, si ha intervenido en otras etapas de este proceso contra Rudy Palma, que involucra a Perú21, no lo sé.

¿Qué sensación le dejan las explicaciones de José Peláez y de César San Martin?El presidente del Poder Judicial ha sido impecable, no ha caído en contradicciones; en cambio, el fiscal de la Nación dijo primero que la interceptación era legal, después dijo que no; primero dijo que no sabían de quién era teléfono, después aparece la información de Perú21 de que sí sabían. Ha quedado muy mal parado el fiscal de la Nación.

¿Plantearán la denuncia constitucional contra Peláez?Habrá que evaluar cómo sigue esto. Yo creo que, desde un inicio, alguien ha maniobrado para que todo este proceso sirva, primero, para ponerle el pie encima a Peru21 y a todos sus periodistas y, además, de paso, a todo aquel que tenga comunicación con los periodistas del diario, entre ellos, a los congresistas de oposición. Esto huele muy mal.

Lo que está pasando en el caso de Rudy Palma y del congresista Galarreta da la impresión de que los poderes del Estado no son autónomos, que hay injerencia política. ¿Lo percibe así?Todo parece indicar que sí. Y aquí hay notorias ausencias. El día que en la Comisión de Justicia se cita a las personas involucradas, va el presidente de la Corte Suprema, va el fiscal de la Nación. Sin embargo, el ministro del Interior, que debió asistir porque gran parte de la investigación la hace la Policía, que puede direccionar las investigaciones hacia un lado o hacia el otro, ese sí no dio la cara. Eso llama la atención.

¿Qué debe pasar ahora?Yo creo que la Policía y la Fiscalía tienen que decir qué otros indicios tienen para decir que hay más personas involucradas, además del periodista Rudy Palma, y si no las hay, de una vez cierren el caso porque esto ya está terminando muy torcido y está llegando a límites inaceptables…

¿Cómo determinar quién o quiénes están detrás?El nivel de escándalo al que ha llegado este caso tiene que llevar al fiscal de la Nación y al presidente de la Corte Suprema a revisar todo el proceso, desde sus inicios, y a establecer, con los mecanismos internos que tienen, si esto se está llevando bien, si ha habido injerencia externa –nosotros creemos que sí la ha habido– y tomar las medidas correctivas. Si sumamos todas las irregularidades que este proceso ha tenido, lo de Galarreta es solo la cereza sobre la torta.

¿Le cree al premier cuando dice que el Ejecutivo no tiene ningún interés en este caso?No lo sé. No lo sé porque, en todo este caso, la Policía ha actuado de una manera rara, y la Policía está bajo órdenes del Ejecutivo. Probablemente el primer ministro, Óscar Valdés, no haya intervenido en esto, eso sí le puedo creer, pero que alguien del Ministerio del Interior haya podido direccionar las investigaciones, me parece que es un poco el escenario que se está planteando.

Se vocea una fórmula femenina para la Mesa Directiva encabezada por Ana Jara. ¿Cuál es su opinión?Me parece muy bien, es mucho más agradable, con tal de que sea gente concertadora, que haga funcionar el Congreso, que no genere rencillas, divisiones ni ataques entre congresistas. Eso es lo que se espera del presidente del Congreso: alguien que actúe como catalizador para que las fuerzas políticas se pongan de acuerdo y no que él mismo se encargue de atacar a los congresistas y, por supuesto, los congresistas no somos mancos y le devolvemos con el mismo cariño. Esa ha sido la gestión de Abugattás, ha sido tremendamente confrontacional con la oposición.

Usted dijo antes que él ha sido el peor presidente del Congreso…Pero tiene cosas buenas. La mejor cosa que tiene la gestión de Abugattás es que ya está acabando.

El Abugattás opositor no es el mismo que el Abugattás oficialista, ¿verdad?Ahora sí creo que es clarísimo que uno recién conoce a un ser humano cuando tiene poder. Una persona era Abugattás como congresista opositor y otra como presidente del Congreso. Hay gente que no sabe administrar el poder. Él será recordado como la peor gestión del Congreso.

Y tienta la reelección…Sí, claro. No se olvide de que él se va a quedar sin poder y con muchos enemigos. Entonces, tiene que buscar algún cargo público para poder defenderse.

FRASES

- "No creo que el presidente Humala cometa ese error. Si Abugattás pasa el Ejecutivo, jalará a gran parte de los enemigos que tiene".

- "No descartamos apoyar al oficialismo, pero si ponen a alguien concertador y que maneje de manera transparente el aparato del Congreso, ya no puede haber más programas de gestores, ni clubes de playa, ni tonterías como esas".

- "Al país no le funciona mal que haya un presidente que declare poco, pero para llenar ese vacío se podría nombrar a un vocero de Palacio. Yo nombraría a un embajador porque tiene la habilidad de usar las palabras correctas".