Redacción PERÚ21

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Querían tomar la justicia con sus propias manos. La familia de K.Y.M.P (10 años), niña hallada sin vida tras estar desaparecida por tres días, y la población de intentó entrar a la comisaría del sector para rendir cuentas con el presunto asesino. 

En los exteriores del establecimiento, se desató una verdadera batalla campal. De un lado, estaban los agentes de la  (PNP) y, del otro, familiares y vecinos. Mientras tanto, una lluvia de piedras y bombas lacrimógenas se lanzaban de un bando al otro. 

Según Canal N, la PNP llevó a un detenido a la comisaría que es señalado como sospechoso por la muerte de la menor. Este fue identificado como Julio César Aquinio Giraldo de 21 años, y además habría un cómplice del crimen. 

El citado medio también indicó que la población estaba indignada porque, en Barranca, estos delitos quedan impunes. Además, los protestantes sentenciaron que no se estaban realizando las diligencias de manera rápida. 

Por este motivo, ellos intentaron ingresar al local de la Policía a la fuerza. Tiraron piedras y los oficiales respondieron con gases pimienta.