40 mil soles fue la inversión inicial del emprendedor. (César Fajardo)
40 mil soles fue la inversión inicial del emprendedor. (César Fajardo)

Redacción PERÚ21

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Cuando alguien hace lo que le apasiona, el trabajo se convierte en un hobby, y ya no en una carga o una responsabilidad. Para Juan Carlos Gonzales, gerente general de Kristian Vloemans, este concepto es más que claro, y lo aplica constantemente.

"El negocio de la moda es algo que me apasiona", afirma el emprendedor.Pero antes de dedicarse a su empresa, a través de la cual ofrece calzado y ropa para varones, Juan Carlos era auditor financiero de riesgos y fraudes, lo que le permitió ahorrar un dinero para su emprendimiento.

Según relata, sentía el deseo de hacer algo nuevo y, cuando observó el mercado, se dio cuenta de que existía una demanda insatisfecha de zapatos de alta calidad, productos estéticos que representan a la élite.

Además, asegura que el mercado de varones, hasta ese momento, había sido descuidado por mucho tiempo; es decir, tenía un alto potencial para desarrollarse. Es así que en el 2009 inició su aventura empresarial."Creo que el peruano merece vestir un traje y unos zapatos de la más alta calidad", afirma.

Como en todos los casos, lo más difícil es conseguir a los clientes; por eso, el emprendedor recurrió a sus allegados para que lo ayudaran. Es así que su público inicial abarcó a sus amigos y conocidos que querían algo diferente, elegante y moderno.

"Ser innovador y creativo va de la mano con los retos de mercados insatisfechos, y no con mercados ya saturados", afirma.

PROYECTOSA través de los pedidos, Juan Carlos atiende al interior del país, pero todavía no cuenta con una tienda fuera de la capital.Del mismo modo, los planes que tiene el emprendedor no solo quiere ejecutarlos en el mercado interno, sino que también proyecta expandirse al exterior.